La segunda vuelta pasa factura al Racing de Ferrol
El conjunto gallego está acusando la exigencia de Segunda División, tras terminar como subcampeón de invierno, actualmente acumula números de zona baja de la tabla.
El Racing de Ferrol está sufriendo en sus propias carnes la extrema exigencia de una categoría tan igualada como Segunda. La primera vuelta, contra todo pronóstico, irrumpió en la categoría de una forma superlativa para ser durante catorce jornadas consecutivas un habitual entre los seis mejores. No obstante, como Cristóbal Parralo comentó tras el partido en Elda, “LaLiga no acaba con la primera vuelta y tenemos que trabajar más duro para conseguir sumar puntos”, en un claro aviso de que la competición cada semana que pasa se iba a poner cada vez más exigente.
Actualmente el esfuerzo, desgaste, diferentes lesiones que han golpeado a la plantilla de forma feroz sobre todo en el medio del campo, han hecho que la situación tras soñar despiertos durante toda la primera vuelta, invite a los más optimistas a poner los pies en la tierra y a no mirar más allá de la salvación. “Conseguir la permanencia y asentarse en la categoría” ha sido la frase que Cristóbal Parralo ha repetido durante toda la temporada, incluso cuando el Racing estaba situado en puestos de ascenso directo a Primera División.
Tras conseguir un total de 37 puntos que dejaron al Racing de Ferrol como subcampeón de invierno al término de la primera vuelta, algo más de dos meses después la categoría no perdona y a pesar de la tremenda igualdad ha situado a los gallegos en la décima posición con un total de 44 puntos. La hoja de ruta en la segunda vuelta se refleja en números de descenso, actualmente el Racing tras nueve partidos de la segunda parte del campeonato suma 7 de 27 puntos posibles para situarse como el decimonoveno equipo en la clasificación. Tan solo empeoran la racha el Albacete y Villarreal B con 6 puntos y el Andorra con 5 con su partido ante el Levante aplazado pendiente para este miércoles.
Ejemplos de otras temporadas
Echando la vista atrás existen casos de equipos que no estaban llamados a estar en la parte alta de la tabla y que con el paso de las jornadas la competición terminó poniéndolos en su sitio. El Burgos de la pasada campaña es un claro ejemplo. Los burgaleses terminaron contra todo pronóstico la primera vuelta en cuarta posición con 34 puntos. La segunda vuelta no hizo prisioneros y mandó al Burgos a la undécima posición a final de LaLiga con 54 puntos. Lo mismo le ocurrió al Alcorcón en la temporada 2018-2019 con Cristóbal Parralo en el banquillo. Los alfareros terminaron la primera vuelta en puestos de playoff con 35 puntos y finalizaron la competición en mitad de la tabla en el puesto catorce con un total de 52 puntos. Al fin y al cabo fueron suficientes para que el equipo cumpliese su objetivo de la permanencia pero hicieron que la segunda parte de la competición se convirtiese en una agonía de derrotas en la que tan solo consiguieron sumar 17 puntos.