La sangría de Riazor, a niveles de una liga completa
El Deportivo se ha dejado 11 puntos en casa antes de llegar a diciembre. En la 21-22 volaron 15 en toda la temporada y el año pasado sólo se escaparon 13 cuando llegó mayo.
Suele ocurrir a menudo después de un fracaso que las ganas de quemarlo todo impiden pensar con claridad. Este verano el Deportivo sufrió una profunda reestructuración tras su tercer intento fallido de volver al fútbol profesional con la idea clara de cambiar el paradigma del equipo. Hacerlo más competitivo, se decía, más preparado para el tan etéreo ‘otro fútbol’. La obsesión era mejorar los pobres números a domicilio que impidieron pelear el ascenso directo, pero por el camino se cometió el error que pensar que ganar en Riazor venía regalado con el escudo y los miles de fieles que acuden a las gradas.
Y no. Esta semana muchos han sido los jugadores los que han hablado de falta de humildad en la plantilla. Probablemente tengan razón. Tampoco se equivocarían si señalasen ese pecado un peldaño más arriba, en la confección de un grupo que hasta el momento está lejos de someter a los rivales en el estadio herculino como lo hizo en las dos últimas temporadas. Empeñados en querer correr, en la Plaza de Pontevedra se olvidaron de seguir andando.
En el estreno de la Primera Federación, la 21-22, el Depor dejó escapar de su feudo 15 puntos en todo el curso. Y 3 de ellos fueron en la última jornada ante Unionistas, con el equipo jugándose nada y preparando el playoff. Esas notables cifras mejoraron el año pasado, cuando los rivales apenas rascaron 13 puntos en toda la liga. Con el empate ante Osasuna B, el Depor ha perdido en casa 11 puntos ya antes de que acabe diciembre, fuga que en las dos últimas temporadas no se alcanzó hasta marzo.
Estos datos son hablando desde un enfoque meramente cuantitativo. La comparación sale más a deber todavía si miramos el nivel de los rivales que se llevaron puntos de Riazor. Con excepciones, pero en los últimos años los que conseguían rascar algo en A Coruña eran, por lo general, los gallitos de la clasificación. Hasta ahora han puntuado en territorio herculino Teruel y Rayo Majadahonda, ambos en descenso, Cornellá y Osasuna B, 12º y 13º clasificados, y Celta Fortuna, único rival de la parte alta.
El Riazor más accesible desde el descenso
El desprecio por los fundamentos básicos ha llevado al actual Deportivo a no aguantarle el pulso ni siquiera al primer proyecto fuera del fútbol profesional. Un equipo que venía del golpe del ‘caso Fuenlabrada’ y que en la temporada más atípica de la historia reciente fue capaz de mantener el tipo en Riazor sin apenas poder contar con la presencia de público por la pandemia. Entre Fernando Vázquez y Rubén de la Barrera ganaron 9 de los 12 encuentros que el equipo disputó como local.
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