La renuncia de Manolo Sánchez para hacer carrera en los banquillos
El segundo de Pellicer dejó sus estudios de Magisterio para centrarse únicamente en su carrera como entrenador. Formó tándem con el primer técnico blanquiazul hace más de una década.
Manolo Sánchez es la mano derecha y hombre de plena confianza de Sergio Pellicer al frente del Málaga. Ambos entrenadores formaron tándem hace más de una década y a día de hoy mantienen la conexión y la confianza que les llevó a hacer camino juntos en los banquillos. “Empecé con él con 21 años (está a punto de cumplir 32) y espero estar muchos más años con el míster, empaparme de todo lo bueno que me transmite. Me ha hecho entrenador, me ha hecho apreciar los pequeños detalles. Es una persona minuciosa a la hora del análisis y de la gestión de grupos. Él es mi padre futbolístico”, afirmó Sánchez en 101 TV.
Pero antes de ganarse la confianza de Pellicer y enrolarse en su cuerpo técnico, el segundo entrenador del Málaga tomó una decisión clave para su futuro profesional. Una apuesta que le obligó a renunciar a su formación universitaria para dedicarse en cuerpo y alma al fútbol. “Después de un año jugando en Regional Preferente me di cuenta que jugando no iba a dar para más. Me encanta el fútbol, es mi vida. Empecé en un juvenil del Marbella de segundo y a la vez estudiaba Magisterio. Entrenaba por las tardes, Magisterio lo estaba haciendo en La Línea en un concertado y un día le dije a mi padre que no, que lo de estudiar Magisterio como que no y me puse a sacarme los cursos de entrenador, analizando y estudiando mucho. Gracias a Carlos Antón entré en el Málaga”.
Poco después, Pellicer apareció en su camino y desde entonces no se ha separado de él. “La persona con la que más discuto, a la par que mi novia, es Pellicer”, confiesa. Y añade: “Estamos juntos siempre en todo. Soy muy cabezón y no doy el sí porque sí. Necesito datos, fundamentos… Nos convencemos mutuamente de lo que queremos. Es una discusión continua para llegar a un punto en común. Él no querría a una persona que sólo le elogiase. Le debo muchas cosas en el fútbol. Es de las personas más trabajadoras y más exigentes que hay”.
Más de 10 años después, Pellicer y Manolo Sánchez se encuentran ante el reto de devolver al Málaga al fútbol profesional. Hace varias temporadas lograron una muy meritoria salvación con 18 fichas y con el límite salarial más bajo de Segunda. “Esa temporada me recuerda mucho a esta en cuanto a humildad, hambre y ambición. Con eso se consiguen muchas cosas”, reconoce. La presión y la exigencia, como entonces, sigue siendo máxima. Aquello fue un ‘match-ball’ por la supervivencia del club. Hoy compiten con la necesidad imperiosa de sacar al Málaga del pozo de Primera RFEF y acercarlo al lugar que le corresponde.
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