La racha que catapulta al Real Valladolid Promesas
El filial blanquivioleta es líder después de encadenar cinco victorias consecutivas, algo que no lograba desde su última temporada en Tercera.
Hay adjetivos que a veces suenan pírricos, relativos. El de histórico con el que se puede definir la actual racha de cinco victorias consecutivas del Real Valladolid Promesas puede ser uno de ellos, y sin embargo, no la hace de menos. Si lo es, por lo menos en la última década, lo es en el cuarto escalón denostado, la Tercera División o la actual Segunda RFEF. Pero lo es, en definitiva: desde 2014, cuando subió a Segunda B, el filial blanquivioleta no encadenaba cinco triunfos seguidos.
Eran otros tiempos, en los que los rivales eran solamente de la región. Ahora, Polvorín, Zamora, Coruxo, Bergantiños y Gimnástica de Torrelavega han sido los equipos de los que ha dado cuenta, superando el tope de cuatro victorias que se había alcanzado hasta en cuatro ocasiones, la última, también a las órdenes de Julio Baptista, aunque contabilizando entre ellas el ‘no partido’ ante el Extremadura. Antes, lo hicieron Baraja en 2021 y Rubén Albés y Borja Jiménez en 2016.
Sea como fuere, histórico o no, los 15 puntos han servido al Promesas para ponerse líder del Grupo I de la Segunda RFEF después de seis jornadas, después de que el Guijuelo empatase ante el Compostela y le cediera definitivamente el testigo, que el cuadro vallisoletano había cogido ya venciendo el sábado. Lo hizo, como en algún otro partido anterior, cosechando mejores sensaciones que lo que indica el resultado, un ajustado 3-2 favorecido por alguna imperfección.
Y es que no, el equipo de Baptista no es perfecto, pero habla bien el actual momento de su potencial; dominador casi por norma, a veces su juventud le juega en contra, si bien, merced a su calidad, se está revelando ante situaciones como los peores campos o planes de partido más defensivos y planteados para obstaculizar su juego. Así, al Polvorín y al Coruxo les ganó en el minuto 90, mientras que ante la Gimnástica remontó e hizo el gol del triunfo tras verse igualado con un tanto en propia meta.
En crecimiento y sin techo
La nueva situación de liderazgo invita a pensar en un escenario competitivo, ambicioso, a mirar arriba, aunque desde el principio el objetivo fijado fuera la evolución del individuo por encima de la posición clasificatoria del colectivo. Pero Julio Baptista no pone techo: “El techo lo van a poner ellos mismos. Si siguen ganando, demostrando a los rivales que son un equipo difícil de jugar, de manejar diferentes fases del juego, nos va a dar mucha estabilidad para seguir construyendo”.
La autoexigencia del grupo está viniendo acompañada de buenos resultados a pesar de contratiempos como las bajas de Garri o Chuki o de ausencias de piezas como Aceves, Lucas Rosa o Torres, estos tres, en dinámica del primer plantel por las bajas que tiene Pacheta. Con la misma, las seis jornadas transcurridas están sirviendo para ver cómo jugadores como Maroto, Pozo o Arroyo, entre otros, están destacando y confirmando lo que todos los técnicos dicen: que sobre triunfos se construye mejor.