La Liga de filiales, el viejo debate

La idea de una Liga de filiales vuelve a escena. Miguel Ángel Galán, presidente de la escuela de CENAFE, ha pedido a Rafael Louzán, presidente de la Federación, que implante esta nueva competición en el fútbol español para “abordar un problema histórico que afecta a la integridad y equidad de las categorías inferiores”. Un viejo debate que existe desde hace décadas en el fútbol español.

El Caso Mastantuono (que un equipo inscriba a un futbolista con ficha del segundo equipo aunque solo vaya a jugar con el primero) ha servido de excusa para despertar un viejo proyecto que cada cierto tiempo resuena en el fútbol español. Que los filiales de los grandes equipos jueguen su propia Liga. Un plan que tiene sus defensores y detractores. Algunos, como denuncia ahora Galán en su escrito a la Federación, califican de “adulteración” su presencia en divisiones como Primera RFEF o Segunda RFEF. “La presencia de jugadores profesionales de filiales en competiciones con clubes no profesionales crea una evidente adulteración de la competición. La desigualdad no se limita al plano deportivo, sino que se extiende a lo económico y logístico, rompiendo el principio de igualdad de oportunidades”, defiende el presidente de CENAFE. En cambio, hay otras voces que defienden su presencia al aportarle caché a las competiciones y ser un gran atractivo económico. Que les visite el filial de Madrid, Barça o Atlético ayuda a llenar en muchas ocasiones algunos estadios. Y también hay quien se posiciona en contra por motivos deportivos, ya que consideran que los jóvenes se forman y crecen más al enfrentarse a jugadores más veteranos en categorías no profesionales.

El debate existe también dentro de los grandes clubes. En una encuesta realizada por LaLiga a los equipos de Primera y Segunda, el 91% respondió que observaban carencias en el sistema competitivo actual del fútbol base. El 75% pedían la creación de nuevos formatos, especialmente en categorías Sub-13/14 y Sub-15/16. “Hay algunos equipos que no tienen suficientes partidos de calidad durante la temporada y quieren tenerlo. Otros, cuyos equipos están Europa, les gustaría que las categorías más inmediatas empiecen a jugar a un ritmo de miércoles-domingo porque sus canteranos no están acostumbrados a ello cuando se les pide participar con el primer equipo”, apuntaban desde LaLiga en el último Encuentro de Canteras.

Entre las peticiones de los clubes destaca que el 63% pidan la creación de un formato mixto (con eliminatorias) a la hora de crear nuevas competiciones por delante de una nueva liga regular (48%) o torneos puntuales (42%). Cuya fecha más deseada por los clubes es el final de temporada (57%), seguido de las Navidades (48%), la Semana santa (48%), las pretemporadas (36%) y los parones FIFA (21%). Es más, LaLiga anunció que trabaja con la Premier y la Bundesliga para crear competiciones cruzadas entre las canteras de dichos países.

Para la temporada 2026-27 se espera una novedad en el fútbol juvenil español. Una reestructuración que tiene como objetivo que los mejores equipos jueguen entre ellos en dos grupos principales que formarían la categoría principal. Se pasaría de 96 equipos actuales en la máxima división, a unos 40.

En 2008 estuvo cerca la Liga de Filiales

En 2008, la Liga de filiales estuvo a punto de hacerse realidad. Roberto Olabe y Ricardo Resta fueron sus propulsores y la presentaron ante LaLiga, la Federación y los clubes de Primera y Segunda. La propuesta tenía el fin de fomentar el talento español, como así defendieron Olabe y Resta hace años en AS: “Se retrasa mucho el debut y consolidación de los jóvenes. Es muy difícil llegar, salvo para los que apuntan a figuras. Hay más gasto en conseguir la categoría que inversión en la formación de futbolistas".

La propuesta era la siguiente: podrían participar futbolistas entre los 16 años cumplidos y los 21; solo podría haber un máximo de cinco extranjeros por club para primar el talento nacional. Otra de las particularidades es que algunos jugadores del primer equipo podrían jugar en esta liga algún partido a modo de recuperación tras una lesión de larga duración. La competición estaría conformada por 42 filiales en una liga sin ascensos ni descensos, pero dividida en tres fases. En la primera se dividirían en tres grupos. Los cinco primeros de cada liguilla y el mejor sexto jugarían durante la segunda fase en una Superliga Élite para ser el campeón de España. El resto de equipos se dividirían en dos grupos. En la tercera fase se jugaría la Copa entre los mejores de la fase 2.

Este proyecto que no llegó a materializarse tenía algunos inconvenientes y preocupaciones, sobre todo en la Federación y en algunos clubes. Aunque fuera y sea difícil dar el salto del filial al primer equipo, consideran que la exigencia física de una liga de filiales no es la misma que en Segunda, Segunda B o Tercera. Una de las grandes quejas que tienen los entrenadores de la Premier o la Serie A, donde existen estas ligas de equipos reservas.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí