La gestión del talento joven

El momento dulce que desde hace varias temporadas está viviendo la Real Sociedad viene sustentado, en buena medida, por el potencial bien canalizado de su cantera. Así que nada mejor que la presencia donostiarra en el torneo de LaLiga FC Futures que se está disputando —y disfrutando— al sur de Gran Canaria, en Maspalomas estos días. Escaparate del fútbol español con píldoras extranjeras.

Pero, ¿qué se busca a estas edades? El técnico Mikel Ferradas de la Real, daba su punto de vista: “Quizás no somos los más potentes en estas edades”, confesaba. A diferencia de equipos como el Villarreal que se presentó en el sur grancanario con un equipo de sólida talla. “Lo que tratamos de ver es la capacidad de entender el juego. El manejo técnico, también, por supuesto, la táctica, si tiene buenas dotes. Aunque es verdad que nuestra mirada suele ser un poco a largo plazo”. Ese conocimiento innato que permite dibujar una carrera a largo plazo.

Es por ello que sacrifican la búsqueda del triunfo a toda cosa en el presente en pos de uno que vendrá. “A todos nos gusta ganar”, reconocía pero realzaba en el subtexto una palabra, tranquilidad. “Trabajar con el día a día y ser pacientes, porque al final cuando entran es mucha información nueva. Vienen de un entorno completamente diferente. Tratamos de dar normalmente dos años a cada jugador para esa adaptación en el club, porque al final cada uno tiene un desarrollo que va a un ritmo diferente”.

El modelo donostiarra, atípico en el fútbol español, parte del éxito de la primera plantilla. “No tenemos equipos más jóvenes” explicaba Ferradas. “Las niñas y los niños juegan en todas las actividades deportivas que organizan los colegios y tienen que participar en ellas para poder apuntarse en el fútbol”, en una suerte de joint-venture con la Diputación. En el siguiente paso, alevines, no sigue el canon tampoco. “No tenemos equipo como tal. Lo que tenemos son coordinadores de zona y solemos trabajar con los clubes convenidos”.

“Poco a poco vamos seleccionando jugadores y jugadoras para que vengan a Zubieta también y hacemos diferentes tipos de entrenamiento”, el vínculo comienza a crearse. “En los alevines ya participan un montón de jugadores y luego el filtro poco a poco se va cerrando hasta que llegan a la etapa infantil”, comentaba Ferradas en Maspalomas. Así pues: “Trabajamos con diferentes jugadores, con los centros de tecnificación que le llamamos, suelen venir a Zubieta, en ciclos de seis semanas. Les damos la oportunidad de entrenar con nosotros y a su vez vamos viendo los partidos, las competiciones con ellos y luego también en cadetes”.

El modelo busca crear sentido de pertenencia a pesar a través de la pirámide aunque no se vistan con el escudo donostiarra en unos primeros momentos. “Ponemos el foco con el trabajo que hacemos con los centros, porque es ahí donde vamos fidelizando a los jugadores”, explicó Ferradas. Al igual que inculcar pedagogía pasar hacer entender que “hay que ir dando pasos poco a poco porque no por correr antes llegas más lejos”. Desvelaba así el “secreto” de la forma de vida en la cantera donostiarra.

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