REAL MADRID
La crisis que no cesa
El Castilla sólo ha ganado un partido en siete jornadas y la derrota ante el Sevilla Atlético les deja en descenso. Raúl maneja un contexto complicado.
El Castilla no carbura. Es una realidad. Y las sensaciones, tras los brotes generados con su triunfo ante el Hércules, obús de Gonzalo mediante, fueron sesgados con otro cañonazo. De García Pascual, cuando la bocina del duelo ante el Sevilla Atlético ya tintineaba. Un zarpazo que dejó a los de Raúl con el casillero a cero y en descenso. Son apenas siete jornadas, pero solo seis puntos. Antepenúltimos. En el Jesús Navas no acompañó el resultado ante el filial sevillista, tampoco el fútbol. No maneja el Siete un contexto sencillo, pero el navío blanco no endereza el rumbo.
“Esperemos que sea el comienzo de una buena dinámica”, lanzaba Raúl la semana pasada. Pero el sábado llegó otro golpe de realidad. El técnico ha ido tocando teclas, pero no ha encontrado la del gol. El problema principal. En total, solo cinco: dos de Víctor Muñoz; y Gonzalo, Zúñiga y Loren, con uno, completan la lista. Poco, muy poco. Estar firmando un comienzo solvente en defensa (siete goles encajados) no es suficiente. Falta olfato, pero también creación. Sin ir más lejos, contra el Sevilla Atlético la primera ocasión llegó en el 68′, con un cabezazo de Zúñiga que se marchó alto. Piñeiro, en sustitución de Fran, fue el clavo ardiendo hasta el jarro de agua congelada al final. El sábado, con la visita del Yeclano al Di Stéfano (15:30 horas), otro examen. Es pronto, pero Raúl, en su sexto proyecto, tiene trabajo. Porque el contexto global, además, es complicado.
Contexto complejo
Este Castilla es un Castilla en transición. Mayor si cabe que el anterior. Los Arribas, Dotor, Rafa Marín, Pablo Ramón y cía marcharon y ahora lo han hecho sus herederos. Nico Paz ilusiona en el Como, Mario Martín se abre hueco en el Valladolid, Obrador ha hecho suya la banda izquierda de Riazor, el Toro ya suma minutos en el Getafe... Pero no fueron los únicos: Theo y Marvel (Córdoba), Carrillo (Eibar), David González (Burgos), Cañizares (Farense), Tobias (Shakhtar)... Todos han volado.
Y las lesiones y el primer equipo también condicionan. Jacobo está más con Ancelotti que con el Siete; Edgar apenas ha disputado un puñado de minutos por molestias físicas; Palacios (llamado a ser clave esta campaña), Joan Martínez (la gran aparición para el centro de la zaga y con papeletas para haber aparecido en el Castilla tras dejar la dinámica de los mayores) y Mesonero (una de las joyas en las que más esperanzas hay en materia de creación) han sufrido la maldición del cruzado; Manuel Ángel, el director de orquesta, aún no ha debutado por una lesión en la espalda que ya le hizo perderse la pretemporada norteamericana; Jeremy de León se estrenó en Sevilla tras superar un esguince de tobillo...
Un sinfín de contratiempos que tampoco han sido contrarrestados en los despachos. El último fichaje fue Jeremy de León, el mercado invernal pasado. En verano, ante el aluvión de bajas, promociones, no incorporaciones. Chema Andrés, Yusi, Fortuny o De Llanos desde el Juvenil A, Fran, Ribes, Cuenca, Borja Alonso, David Jiménez o Zúñiga desde el C. Mucho talento, poca (o nula) experiencia en una categoría tan dura como la Primera RFEF. Un equipo bisoño que necesita rodaje, donde los ‘veteranos’, como Gonzalo o Víctor Muñoz deben dar un paso al frente. Aunque esos ‘veteranos’ tengan 20 y 21 años respectivamente. Planificación en tela de juicio y el Castilla en barbecho...
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