Joan Oriol abrió el camino al liderato del Nástic de Tarragona
El equipo tarraconense venció por 2-1 al Real Unión de Irún, con un gol del defensa, y se encaramó al primer puesto del Grupo I
A medida que avanza la temporada en la Primera Federación, los clubes clásicos que habitan en la categoría van cogiendo ritmo. Es el caso del Deportivo de la Coruña (que ha enlazado cuatro victorias consecutivas para colocarse tercero), el Real Murcia (que se ha enganchado a tiempo a la pelea por el playoff) o el Nástic de Tarragona, que ha alcanzado el liderato del Grupo I. Y lo ha hecho gracias a su victoria ante el Real Unión de Irún (2-1) y al pinchazo de la Ponferradina, que no pasó del empate ante Unionistas (1-1), uno de los grandes animadores de la competición. El Gimnástic (cuatro temporadas en Primera y 22 en Segunda) camina firme hacia la categoría de plata, donde no milita desde la 2018-19.
Una trayectoria sorprendente la del Nástic, dirigido por Dani Vidal, un técnico de 31 años que ya terminó la campaña pasada (logró la permanencia con comodidad) y este año está despertando la ilusión del ascenso. Su juventud choca con la veteranía y experiencia de algunos jugadores de la plantilla, como Varo (30 años), Trigueros (30 años), Marc Fernández (33 años) o Joan Oriol (37 años). El veterano defensa de Cambrils, quizás algo olvidado para el gran público, es el líder espiritual del equipo de su tierra, donde disputa su cuarta temporada. Además, abrió el marcador en la victoria del sábado (también anotó Godoy; Asier Benito recortó distancias para los irundarras).
Joan Oriol (Cambrils, Tarragona, 1986) perteneció a la plantilla del Villarreal que descendió a Segunda por última vez (2011-12). Allí llegó desde el filial amarillo y después de pasar por la Pobla de Mafumet, Reus y Gavà, en estos dos últimos clubes como cedido. Debutó con el primer equipo en un partido de octavos de final de la Copa del Rey ante el Celta de Vigo (1-1) en Balaídos con Ernesto Valverde como entrenador en 2010. A partir de la temporada siguiente se hizo con un hueco en la plantilla y disfrutó de cierta continuidad durante las tres temporadas siguientes, periodo en el que vivió el dramático descenso de la 2011-12 (el Villarreal tuvo tres entrenadores aquel año: Juan Carlos Garrido, José Francisco Molina y Miguel Ángel Lotina) y el último ascenso a Primera en la 12-13 con Marcelino García Toral. Tras ese curso, el club no le renovó el contrato y se marchó a Osasuna con 65 partidos en su haber.
En Pamplona no le fue demasiado bien (solo 14 encuentros) y, entonces, decidió probar en el fútbol extranjero. Probó suerte en Inglaterra (Blackpool), Rumanía (Rapid de Bucarest) y Grecia (Atromitos). Entre medias de su experiencia rumana y griega jugó dos temporadas agridulces en el Mallorca. Dulces porque fue titular habitual y agrias porque vivió el descenso a los infiernos de la Segunda B. Y en esa categoría decidió quedarse Joan. Desde 2018 ha militado en el Cornellà, Lleida y Nástic. En Tarragona es capitán general y, ha encontrado su faceta como goleador. No solo por el gol al Real Unión (el primero de esta temporada), sino por los nueve que lleva en la disciplina (cuatro marcó el curso pasado, su récord).
Conviene recordar que Joan tiene un hermano gemelo, Edu, que también actuó en Primera en el Zaragoza de Manolo Jiménez (2011-13). También salió de la Pobla de Mafumet y luego su carrera ha pasado por muchos y diversos clubes: Sant Andreu, Barça B, Zaragoza, Khazar Lankaran de Azerbaiyán, AEL Limassol de Chipre, Blackpool, Rapid de Bucarest, Llagostera, Tenerife, UD Ibiza, Atlético Sanluqueño, Utrera, UCAM Murcia y Xerez. Los encuentros y desencuentros entre los hermanos Oriol han sido constantes durante su trayectoria deportiva. Ahora, Joan desea un último reto en su carrera: un ascenso y volver a jugar en Segunda División. Le quedan aún 15 partidos para conseguirlo.