Javi Lara pone fin a dos décadas de carrera
El jugador montoreño ha jugado en todas las categorías del fútbol nacional y ha destacado por su elegancia y golpeo de balón
Javi Lara ha dicho adiós al fútbol. Al menos, a lo que se refiere en activo como jugador. El montoreño deja atrás muchos partidos, escenarios y un estético golpeo de balón que ha llevado por todas las categorías del fútbol español y también en la India, donde estuvo una temporada.
En números, Javi Lara acredita cerca de 500 partidos como profesional, destacando su paso por el Eibar en la temporada 14-15, que le dio la opción de convertirse en jugador de Primera División. Hoy, militando en el Linares de Segunda Federación, se ha despedido toda una vida relacionada con el balón y lo ha hecho a través de sus redes sociales con un escrito de agradecimiento.
El documento empezaba con la justificación de la decisión: “Siempre pensé que dejaría el fútbol cuando las piernas dijeran que ya no podían más, pero, en este caso, ha sido la cabeza la que ha dicho ‘hasta aquí’. Llevo unos meses donde he tenido situaciones personales que no he sabido gestionar y que me han superado. Por ello mi rendimiento se ha visto mermado hasta tal punto de sufrir más que disfrutar. No por sufrir jugando, sino por no tener ganas de nada, porque la cabeza es el motor de todo y cuando no va bien nada funciona”. Incluso reconoce que “al principio me aferré al fútbol para salir adelante, pero me quedé sin fuerzas para continuar debido a los continuos problemas físicos por la falta de descanso que requiere el fútbol para poder rendir en condiciones óptimas. He decidido parar y ordenar mi vida”.
El montoreño afirmaba que “me voy igual que llegué: sin hacer ruido. Pero sí me gustaría repasar mi humilde carrera para agradecer todo lo vivido: Empezar en mi pueblo jugando en el campo de tierra. Pasar por Andújar para empezar a ver la dificultad. Llegar a la cantera del Córdoba para seguir persiguiendo el sueño de todo niño. Disfrutar de los maratones de fútbol sala en esos veranos mágicos. Conocer el fútbol de barro en Villanueva de Córdoba. Sufrir en Irún para crecer. Volver a sonreír en Écija. Ver la élite de cerca en Almería. Ir a probar a Alcalá de Henares y bendita prueba. Conocer el fútbol profesional en Elche para darme cuenta de que podía ser futbolista. Jugar en el filial del Valencia para coincidir con jugadores de alto nivel. Disfrutar como un niño en Lucena con gente muy humilde. Conocer la moral del Alcoyano para mostrarme al fútbol español. Asentarme en el fútbol profesional en Ponferrada con gente muy cercana. Cumplir mi sueño de jugar en primera división en Eibar. Ganar un título en India. Jugar en un histórico como el Tenerife. Escuchar de cerca el himno en El Arcángel. Sentir Ibiza como parte de mí. Competir hasta el último minuto en Alcorcón y terminar en el fútbol que más me gusta, el más auténtico que se vive en Linarejos”. Y, por supuesto, “sin olvidar a mi grupo de veteranos M8 que siempre están presentes”.
El centrocampista también tenía palabras para aquellos con los que compartió el camino: “Muchas gracias a todos los compañeros que he tenido”. También reconocía que “siempre he intentado mostrarme como soy. A veces, eso me ha dado problemas, pero pienso que la transparencia en el fútbol es fundamental. Y así espero que me recordéis, como una persona transparente y cercana. Muchas gracias a todos los cuerpos técnicos que he tenido, por aceptar mi personalidad. Algunos sacando mi mejor versión y otros enseñándome otro camino, para nunca abandonar y seguir luchando, porque las cosas cuanto más cuestan, más se disfrutan al conseguirlas. Muchas gracias a todos los aficionados por exigirme, respetarme y quererme desde vuestra posición. Siempre me he mostrado tal y como soy, eso me ha permitido conocer a buenas personas que me han aportado mucho. Muchas gracias a mis agentes (Pedro e Iván) por vuestra cercanía y no mentirme nunca. Muchas gracias a mis amigos, por sufrir y disfrutar juntos, sois pocos, pero fieles y eso es lo más importante, porque en las buenas hay muchos, pero en las malas siempre habéis estado conmigo”.
Y también ha tenido unas palabras especiales para su mundo fuera del fútbol: “Muchas gracias a mi familia, en especial a mis padres, por aguantar mi cabezonería de seguir intentando llegar a la elite. Nunca olvidaré vuestras caras en el Bernabéu viendo a vuestro hijo. Y a mi hermano por cada mensaje de apoyo antes de cada partido. Y cómo no: acordarme de mis hijos, por ser mi motor y darme la fuerza necesaria para seguir luchando. Todo por y para vosotros”.
En cuanto al balón, Javi Lara ha dicho que “voy a echarte mucho de menos, pero mi vida siempre será el fútbol. Y aunque no esté dentro del terreno de juego, seguiré estando siempre cerca de mi pasión y, por supuesto, voy a prepararme para ello”.
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