Iker Luque lidera la revolución madrileña
El extremo de 20 años ha completado los últimos cuatro partidos del filial. Gol al Betis, asistencia ante el Ibiza y un filón en la derecha.
El Atlético Madrileño despliega el vuelo. Dos victorias consecutivas que le aúpan a la tercera plaza antes de visitar al Villarreal B (viernes, 19:00). Contra el Betis se reencontró con los tres puntos como visitante 286 días después (desde el 8 de diciembre) en un partido condicionado por la expulsión de Yoan Koré a los 12 minutos con penalti y gol incluido. No fue un partido brillante, es más, el Betis apretaba en busca del empate hasta que Iker Luque decidió matar el encuentro con un golazo gracias a su disparo cruzado con potencia y colocación.
Y frente al Ibiza sí se vio a ese Atlético Madrileño que quiere Torres que aspire al ascenso a Segunda División. Presionando, con nervio, eléctrico. Y nadie como Iker Luque (20 años) para representar esas cualidades que quiere su técnico. Un ida y vuelta constante por la derecha. Con atrevimiento para encarar, desborde y un fútbol al que ha ido añadiendo detalles. Lo demostró en el segundo gol, primero driblando hacia adentro y golpeando con la zurda al palo. Y, tras el reinicio de la jugada, con el balón al espacio perfecto para que Arnau hiciese el 2-0 definitivo. Un pase de muchísimos quilates.
Iker Luque comenzó la temporada desde el banquillo. Suplencia contra el Sanluqueño hasta entrar a la hora de encuentro para dar otro ritmo al equipo pese a no poder mover el 0-0 del marcador. Desde entonces lo ha jugado todo. Los últimos 390 minutos del Atlético ha tenido a Iker sobre el campo (completó ante Cartagena, Murcia, Betis e Ibiza). Ya es una tendencia habitual, empezar a priori un pasito por detrás hasta ganarse en los entrenamientos y sobre el césped el puesto en el once. Inamovible. “Cuando llegué (en el juvenil) era de los jugadores que se parecía que tenía dudas. Es un estímulo para los chicos que no han tocado cantera hasta el último año. Es el ejemplo del trabajo, el sacrificio y un chico muy atlético, como Boñar, que lo disfruta. Es el corazón para transmitir a los demás", explicaba Fernando Torres tras el triunfo ante el Ibiza, todo un peso pesado de la categoría.
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El sentimiento y ese esfuerzo innegociable que refleja el vallecano. Luque firmó hace un año su contrato con el Atlético hasta el 2027. Nacido en 2005, lleva desde los nueve años defendiendo la camiseta rojiblanca. Desde que fichó tras brillar en un cara a cara con el Vallecas CF. Uno de esos canteranos que desprenden sentimiento atlético por cada poro de su peil. Como era Iturbe y se mantiene con Boñar. La pertenencia del vestuario. Esa tan necesaria y que representan en el primer equipo los Koke, Barrios, Carlos Martín o Giuliano (que llegó más tarde, pero es indudable que con un sentimiento de cuna). Nunca fue el que más focos concentró, pero Iker Luque siempre acaba ganándose el respeto sobre el césped. Hasta convertirse en el filón del Madrileño.
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