Idiakez todavía debe remar hasta Navidad
El técnico del Depor salvó un match-ball en Barcelona, pero antes del parón le queda la Copa con el Tenerife en Riazor y en liga, Sestao y Arenteiro.
Una de las imágenes del partido del Johan Cruyff llegó en el minuto 93 segundos después del gol de Davo. Al margen de la piña en el campo, los abrazos que recibió Imanol Idiakez en el banquillo demostraron lo que había en juego. El alivio del técnico dejaba claro que era totalmente consciente de que se jugaba el puesto. Que todo lo que no hubiese sido ganar significaría el final de su etapa como blanquiazul. La gran segunda parte de su equipo, plena de intensidad y juego, demostró que el vestuario está con él. Match-ball salvado, pero el partido todavía sigue en juego y quedan tres sets más que superar para llegar al parón navideño y disipar definitivamente cualquier duda sobre el futuro del banquillo.
La primera prueba será este miércoles (12:00 horas) ante el Tenerife en la Copa del Rey a partido único. Los coruñeses no tienen, ni mucho menos, la obligación de pasar, pero la imagen que dé el equipo sí tiene su importancia, sobre todo porque se juega en Riazor. La papeleta no es sencilla. Primero, porque se enfrenta a un equipo de superior categoría. Segundo, porque la nómina de jugadores lesionados y tocados es larga, lo que limita las combinaciones para el once. Idiakez deberá hilar fino para ponderar el papel de la cantera, dosificar a sus titulares y competir ante un Tenerife que se metería en un charco si cae eliminado.
Objetivo, pleno en liga para cerrar el año
Si la Copa es más bien una cuestión de imagen, la de liga lo es de puntos. El objetivo, una vez conseguida la victoria en el Johan Cruyff (el primer equipo que lo hace), es sumar los seis puntos que faltan hasta el parón navideño para demostrar que la reacción es real. El primer test será ante el Sestao con la absoluta obligación de ganar y también de convencer. Los vascos son antepenúltimos y cualquier otra cosa que no sea sumar los tres puntos en Riazor volvería a abrir la caja de Pandora sobre el banquillo.
La última prueba será, a priori, bastante más complicada. El Depor tendrá que visitar al Arenteiro, un modesto, sí, pero que a día de hoy está un punto por encima en la clasificación. Su mejor arma es Espiñedo, donde los ourensanos solo perdieron un partido y fue en septiembre. Idiakez es consciente de que todavía queda remar para llegar a la orilla, porque si hay alguna fecha clave para los banquillos no es otra que cuando la liga se detiene y permite que un hipotético relevo disponga de algo tiempo para tomar relevo e implantar su idea.
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