Gonzalo no fue ‘Golzalo’

Más cerca, pero también más lejos. Más de lo que podía estar. El playoff se acerca (a dos puntos), pero el Castilla ha estado a 11 metros de poder dormir ahí, en zona noble. Los metros que separan el gol del punto de penalti. Gonzalo hizo lo que casi nunca, fallar a su cita con la portería rival. Una pena máxima que se fue al limbo de Antequera. Porque las estrellas del rock también desafinan. El tanto 23 en la temporada tendrá que esperar. Dos puntos volaron. Dos puntos que permitieron resoplar al líder. Aunque el ogro pareció el filial de Raúl.

No se paladeaba una mañana sencilla. Para ninguno. Y no lo fue. El Castilla llegaba a El Maulí hipervitaminado. Bañado en la marmita del druida en 2025. Cuatro victorias y un empate (ahora dos). Racha antónima a la del Antequera. Dos varapalos consecutivos. Pero un trampantojo ante la temporada del líder. Aunque a esas dudas se aferró Raúl y sus chicos buscaron pronto el mentón. Conscientes de que las piernas verdiblancas temblaban tras encajar nueve goles en 180 minutos. En el 8′ ya había aparecido dos veces Jero. Primero, con el pie ante Víctor Muñoz tras un esprint. Después, con la manopla ante un derechazo de David Jiménez. Y también amenazaba Gonzalo, cómo no. Un testarazo voló demasiado alto y un zapatazo a bocajarro se topó con el cuerpo salvador de Iván Pérez. Había dinamita, pero no ascuas. Y ello fue apagando la llama.

Manuel Ángel, a la enfermería

El Antequera recordó que está en la cima. Alas para un líder que comenzó a utilizarlas. Las ocasiones, eso sí, no llegaban. Y sí la peor de las noticias para el Castilla. Mucho peor que cualquier resultado. Manuel Ángel quedó tumbado en el suelo con dolor en el hombro izquierdo. Lo intentó, pero los especialistas del club le apagaron la idea. Tras el calvario que vivió a comienzo de curso, el metrónomo de Raúl vuelve a la enfermería. Antes del refrigerio, jarro de agua fría.

Y en la segunda parte, el guion final y no el inicial. Luismi Gutiérrez sacaba la varita y los centros empezaban a llegar. Mario de Luis tuvo que desenfundar los guantes. Sin necesidad de ponerse la capa, pero con un runrún creciente. Que se tornó en alarma. Porque entre el guardameta madridista y la zaga cocinaron un fallo que Longo aprovechó..., pero hubo mano previa. Gol anulado. Susto, que no drama. A partir de ahí, tuteo. Mucho. Ida y vuelta. Sin fulgor. Especialmente por la muralla levantada por los visitantes. Con un Jacobo Ramón vestido de káiser en su hábitat mientras vuelve a aparecer la oportunidad con los mayores. Y con el Castilla recuperado del sobresalto, la victoria naranja se fue al limbo.

Las estrellas también desafinan

Lo hizo como casi nunca, con error de Gonzalo. Por una vez, no fue Golzalo. Se olfateaban los minutos finales y Víctor Muñoz aprovechó un fallo en salida. Aceleró, se infiltró en el área y Luismi Luengo le derribó. Guillermo Cueto no dudó. El pichichi de la categoría agarró el balón. Rumbo a su tanto número 22 en Primera RFEF, el 23 de la temporada..., pero falló. Al killer se le enganchó el gatillo y el balón acabó en el muro tras la portería. Resopló el Antequera. Menor ante un Castilla superior. Y se lamentó quien suele celebrar. Gonzao, en esta ocasión, no rugió.

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