Gómez-Rey, un ‘chico prodigio’ en el banquillo del Madrid C
El nuevo técnico del segundo filial blanco es, a sus 31 años, un “loco del fútbol”. “Aquí fue una revolución”, recuerdan en Galapagar, su último club antes de La Fábrica.
En Valdebebas no sólo se moldean futbolistas, también técnicos. El mejor ejemplo, el salto de Pau Quesada, tras brillar en inferiores y el Real Madrid C, a la Serie A italiana para ser asistente de Paolo Vanoli en el Torino. El testigo lo ha recogido otro joven talento. Ancelotti gobierna en el primer equipo, Raúl se embarca en su Castilla 6.0 y Álvaro Gómez-Rey recoge el testigo de Quesada en el segundo filial blanco. Su trabajo impoluto en el Juvenil C y el Juvenil B le convertían inmediatamente en favorito y el madrileño se subió de nuevo al ascensor. Un ‘chico prodigio’ de los banquillos. A sus 31 años, cuenta ya con una mochila cargada de experiencias. Su siguiente reto, el estreno del Madrid C en Segunda RFEF.
La edad no convierten a Álvaro en un neófito de la profesión. Del madrileño barrio de la Concepción, pronto tuvo claro que su sueño era idear la táctica y no ejecutarla. Desde los 18 años ya estaba sentado en un banquillo, en la cantera del equipo de su barrio, mientras se graduaba en periodismo. Para trabajar sus dotes comunicativas hizo un máster en coaching tras la carrera. Para potenciarlas aún más estudió un curso de interpretación teatral. Todo enfocado a su futuro como entrenador. El filial del Torrelodones le reclutó a los 22, para volver a posteriori a la Conce. Tres años, hasta que, a los 26, llegó la oportunidad que le abrió las puertas de La Fábrica. “Cuando llegó a Galapagar fue un poco revolución, porque empezamos a entrenar aspectos y detalles que antes no habíamos tocado. Álvaro tiene muy estudiado al rival y tiene como premisa hacer siempre lo que se practica en los entrenamientos, se amolda muy bien a lo que va a ofrecer el rival. Tiene plan A, B, C,D y E”. Habla Jorge Greciano, pivote de Gómez-Rey en El Chopo y uno de sus capitanes.
Los métodos modernos y atrevidos pronto calaron en el equipo. El primer año fue más complicado. Lo recuerda Jorge: “Siempre se crean dudas en el vestuario. Más si cabe cuando era algo novedoso para todos”. Pero la paciencia dio sus frutos: “El segundo año fue la pandemia, tuvimos mucho tiempo para entrenar y preparar las cosas y lo notamos mucho. Cuando pudimos empezar a competir vimos que éramos muy superiores al resto”. El resultado, ascenso a Tercera RFEF y posterior permanencia. Con un fútbol vistoso que fue muy apreciado por los aficionados. Las dimensiones del campo no invitaba a florituras, pero ello no limó la querencia de Álvaro por lo combinativo, la utilización de los pasillos interiores, el juego de posesión desde la retaguardia hacia la vanguardia, siempre que la ocasión lo permitió. Unos conceptos que llamaron la atención al Real Madrid. “Sabíamos que podíamos seguir creciendo con él, que los resultados iban a ir a mejor, pero cuando el Madrid llama a tu puerta, es muy complicado decir que no”, sintetiza su capi en Galapagar.
¿Cuál es su método?
Tenía otras propuestas sobre la mesa. Alguna incluso de Segunda RFEF para seguir en el ‘mundo adulto’, pero Álvaro escuchó la llamada blanca. Dos temporadas con el éxito como hilo conductor. Campeón de Liga con el Juvenil C en 2022, ídem con el B en 2023. Sus chicos en La Fábrica ya conocen su metodología y sus vídeos. En el antes y en el durante. Los radiografía Jorge: “Durante la semana teníamos dos sesiones de vídeo y ahí sí se explicaban muchas cosas, quizá demasiadas como para enterarnos de todo”, bromea. Y finaliza: “En los partidos era de dar instrucciones precisas y concretas y creo que el jugador lo agradece. Las charlas muy largas cuando tienes nervios por salir o cuando estás en el descanso y las cosas no salen como esperas no son productivas. Hay que saber decir en pocas palabras muchas cosas y eso lo hacía muy bien”.
Un equipo de récord
Cuando se preguntaba por la ciudad deportiva por las mejores generaciones, la de 2006 no aparecía entre las primeras opciones, pero la concepción ha cambiado. Gómez-Rey ha sabido aprovechar los veranos. En su primera pretemporada ganaron a un juvenil del Barça que contaba con Cubarsí en sus filas. En el pasado se hicieron con el International Youth Championship de Indonesia. El Juvenil B blanco superó en la final al Juvenil A del Barça. Golpes de moral para convencer a sus pupilos del talento que terminó convertido en títulos a final de curso. Los Jacobo Ortega, un killer que ha enjaulado 49 tantos en sus dos últimas temporadas en liga; Aimar Santiago, talento canario para la medular con mucho colmillo; o Álex Sánchez, hijo de Míchel, con una calidad heredada del técnico del Girona han liderado un equipo de récord. O casi.
La temporada pasada sellaron el campeonato con seis jornadas de antelación. El único reto que quedaba era competir de manera interna. Conseguir la mejor marca histórica de La Fábrica. El equipo blanco llegó a la última jornada con 30 victorias y tres empates. Un punto era suficiente para superar a la generación de 2004, que también trituró marcas con los Nico Paz, Mario Martín, Gonzalo, Obrador, Manuel Ángel... Pero la única derrota llegó en Las Rozas en el duelo final (3-1). Finalmente replicaron los 93 puntos de la quinta que ahora alimenta al Castilla. En total, 23 de ventaja sobre el Atleti, 116 goles a favor y 26 en contra. El trampolín al Real Madrid C.
Allí dirigirá, por ejemplo, al héroe de la Rojita, Pol Fortuny. Aunque acaba de sufrir una enorme desgracia con la rotura de cruzado de Dani Mesonero, una de las joyas más relucientes de la cantera que apuntaba a futbolista clave para Álvaro. Contará con algunos de sus chicos del Juvenil B, que repartirán entre el A de Arbeloa y el segundo filial. Amén de los Ferran Quetglás, Sergi Mestre, Calleja, Manu Serrano, Cristian David, Mascaró, Romera, Ángel Carvajal... Aunque todo queda supeditado a las necesidades de arriba (Castilla), de modo que es una pretemporada entre interrogantes. Pero la fórmula no cambiará. Y desde el club blanco hay confianza total en que Álvaro Gómez-Rey es el indicado para la primera aventura en Segunda RFEF.