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DEPORTIVO

Gilsanz: “Los chicos deben saber vivir la magia de Riazor y al día siguiente ir a un campo de Tercera”

El técnico habla con AS de la buena temporada del Fabril, el proceso de formación en la cantera del Deportivo y nombres propios como Mella, Martín Ochoa...

El entrenador del Fabril Óscar Gilsanz en el banquillo de Abegondo.
Jesus Sancho (Sanchofoto)Diario as

Óscar Gilsanz (Betanzos, 1973) es una de las claves de los éxitos recientes de la cantera del Deportivo. El entrenador llevó al Juvenil a coronarse Campeón de España y ahora está acompañando a esa generación durante sus primeros pasos en el fútbol senior dirigiendo al Fabril. En su segundo año como técnico del filial, se marcha líder de Tercera Federación al parón navideño y con la sensación de que las perlas de Abegondo siguen creciendo bajo su tutela.

Tres partidos sin ganar, pero manteniendo el liderato. El parón llega en buen momento...

Cuando llevas seis meses de mucho trabajo, las vacaciones nunca llegan en mal momento. Trabajamos mucho y son merecidas. Estos últimos resultados no creo que haya que verlos como algo negativo, sino que es realmente la imagen de igualdad de la categoría. Quizá estar tantos partidos invictos - el Fabril sólo ha sufrido una derrota, y fue el 11 de diciembre - podía dar la sensación de que escaparíamos de esa igualdad. Pero conozco bien la categoría y sé que no es así. Vamos a tener que hacer mucho para ganar, para mantener los resultados positivos. Espero una segunda vuelta muy igualada y en la que habrá alternancias en los puestos. Son de los que pienso que no creo que vayamos a ir líderes hasta el final. Ojalá lo seamos en la última jornada, pero habrá alternativas.

Las sensaciones tienen que ser buenas, más con la nueva vuelta de tuerca que se le dio al proyecto en verano. Un Fabril todavía más joven.

Es cierto. En un filial, lo normal es que haya siempre cierta renovación, porque los chicos cubren etapas. La particularidad estos años, y este más aún, es que lo hacemos con jugadores mucho más jóvenes. Ya el año pasado éramos un filial de corta edad y esta creo que es el filial más joven de los últimos 20 años. Tenemos a tres juveniles jugando habitualmente, jugadores de primer y segundo año que son mayoría... evidentemente eso nos da una capacidad de trabajo buena, de mejora importante. Y de lo que más satisfechos estamos es de ir completando ese proceso.

¿No es usted de los que piensa que en los filiales debe haber siempre presencia de ‘veteranos’?

Los bagajes son importantes en la vida. Para todo. Tener experiencias te hace encarar los momentos de una u otra forma. En el fútbol y la vida. Es importante que a nivel competitivo, se busque sacar la mejor versión a la hora de competir en ciertos contextos, importante que haya gente con experiencia. En los filiales, eso suele ser un handicap que se soluciona con jugadores de edad superior que van encaminados a arropar a la gente más joven. Pero nosotros estamos de acuerdo con cómo se encara esta situación en el club, sobre todo haciendo a chicos muy jóvenes competir sin esa figura. Desde el cuerpo técnico tratamos de acercarlos a lo que se van a encontrar, pero nunca nadie aprende de experiencias ajenas. Es un peaje que hay que pagar, pero la juventud también tiene muchas cosas a favor.

¿Cuesta gestionar todo lo que conlleva empezar bien, ser líderes, ser el Fabril... en definitiva, ir varios pasos por delante del proyecto?

Desde el cuerpo técnico tratamos semana a semana, sobre todo en la fase que estuvimos sin perder, de hacerles ver que el halago debilita. Todo el mundo utiliza el halago excesivo para debilitarte. Y hablo ya desde dentro, los rivales. Recuerdo a Arrasate hace unos años diciendo que la pregunta no era si el Deportivo ascendería, sino cuando. Todo el mundo se lo tomó como un elogio y creo que era un dardo envenenado. Quitar presión a sus futbolistas... y fue Osasuna el que acabó ascendiendo. Entonces, cuando vas por delante con chicos tan jóvenes, hay que hacerle ver esa realidad. Empezamos bien, durante muchas jornadas mantuvimos regularidad importante, en algunos partidos con buen juego, en otros no tanto... nuestra obligación es indicarle a los futbolistas dónde están las dificultades. Que no todo es tan fácil como parece cuando ganamos.

“Lo más complicado del salto al fútbol senior es pasar a competir en un contexto de igualdad. Todos los rivales pueden hacerte daño”

Óscar Gilsanz

Y que no es fácil tampoco levantarse después de perder. Ahora mismo suman tres sin ganar, rachas que posiblemente habrán tenido muy pocas veces en categorías inferiores...

Es lo más complicado que hay en el salto del fútbol juvenil de las grandes canteras al fútbol senior. Lo más difícil. Los partidos en estas canteras suelen tener una única dirección. Qué es lo que hace mi equipo con balón, cómo se opone el rival e intenta contraatacar. Si tengo mal día, puede ser que no gane porque falle mucho, pero el partido tiene un único guion. De eso se pasa a que ahora cada semana el guion es el de la igualdad. Todos te pueden hacer daño. Todos te pueden ganar el partido y poner en dificultades. Y claro, las rachas malas pueden ser más largas. Y no sólo a nivel de resultados. También es darse cuenta de que lo que antes salía siempre, ahora sale menos. Que si la presión del rival me ponía en dificultades el 10 por ciento de las veces, ahora lo hace un 60 por ciento. Trabajar con que el futbolista se adecúe cuanto antes a la competición pura y dura es importante. Que sepa manejar sus cualidades, pero también en función de lo que proponga el rival y lo que necesita el partido.

Hace unas semanas en Ourense estuvimos durante 30 minutos defendiendo en campo propio, en el área, en un campo que era más barro que césped. Posiblemente, los centrales del Fabril no hayan tenido que hacer eso nunca, o muy pocas veces, en categorías inferiores. Son procesos que hay que aprender cuanto antes, así fue como ganamos la Copa de Campeones. Pero hay muchas cosas que son difíciles que se den en un proceso competitivo cuando estás en el cadete o el juvenil de una gran cantera.

En el día a día del equipo, ¿se lleva mejor esta temporada el tener las plantillas más diferenciadas? Pocos chicos están subiendo...

Pero esa gestión ya fue buena el año pasado. Noel y Trilli fueron jugadores del primer equipo desde el primer momento. Y con Yeremay... fue bueno para él. De hecho ha dado un paso más esta temporada. Y si es buena para el jugador, es bueno para el filial, porque es nuestra función. Hay que poner eso en valor. ¿Que el proceso puede hacer que un jugador se pierda algún entrenamiento con nosotros? Pero hay que pensar que es por estar en un equipo superior y que no hay problema. Es la razón de ser de un equipo de cantera. Este año el planteamiento es el mismo. Por necesidades quizá estemos teniendo más continuidad, pero no es algo buscando. Hay muchas semanas que Barcia o Brais Val trabajan con el primer equipo, pero eso es bueno para los chicos, porque tienen bastante claro que están en el último proceso, en el último paso. Tienen que ser fuertes para un día saber vivir la magia de Riazor y al día siguiente ir a un campo de Tercera. Porque mentalmente también ayuda al proceso de aprendizaje.

En el debate entre que el jugador del filial tenga que superar al del primer equipo o que los clubs tengan que dejar hueco, ¿dónde se posiciona?

Superar al que tienes delante o tener hueco... todo tiene cosas buenas y malas. No sé si sería bueno que en el caso de un jugador del filial, estuviese en el sitio de un futbolista del primer equipo que juega poco. Llegaría el momento en el que nos preguntaríamos si es mejor que esté todas las semanas con el primer equipo y no compita, o que vaya con el filial. En mi caso lo me pasa con el Juvenil. Tenemos cinco o seis juveniles trabajando con nosotros y estamos en la misma situación. Le dejo hueco o no. Nunca se nos abrió ese debate, porque se elige a los que creemos que van a aportar más. El proceso es diferente en el caso del filial y creo que son procesos normalizados.

¿Cuánto pesan para el entrenador factores como jerarquías, gestión de vestuario...?

El entrenador tiene que manejar muchas más situaciones que las del propio domingo. Yo creo que es importante que los jugadores jóvenes jueguen. Si no es en el filial, en el juvenil, si no en el primer equipo, en el filial. Lo importante es que juegue. Volviendo a citar a Arrasate, recuerdo que decía que es muy fácil poner a jugadores del filial. Incluso tribunero. Pero otra cosa es ponerlo sabiendo que va a jugar 36 partidos de liga. Eso es lo bueno. Para llevarlo un día al banquillo... a veces no valoramos las consecuencias que eso puede tener y hay que valorarlo todo.

En el caso del Depor y con una generación exitosa, ¿tema que pueda haber cierta desmotivación por ver lo que cuesta dar el último paso?

Los jugadores se motivan y desmotivan muy a menudo. Un jugador se queda fuera de la convocatoria y se desmotiva. Ya lo tienes desmotivado para la siguiente sesión. El que juega siempre, si un día no juega. Les pasa a todos los futbolistas. Se puede debatir sobre esto durante mucho tiempo, pero siempre será difícil llegar a un acuerdo. Lo que sí tengo claro es que el entrenador que sea siempre va a poner a los que cree que van a responder en el proceso que está. Si es exclusivamente competitivo, en el competitivo, si es en el formativo, hay que valorar de una manera un poco diferente, pero es una ventaja que podemos tener en la formación. Pero todas las decisiones que se toman motivan y desmotivan, todas tienen damnificados y una pequeña historia, incluso a nivel personal. Es un debate que hay y habrá siempre. Pero también te digo, si mañana juegan siete del Fabril en el primer equipo, en el club todos seríamos los más felices del mundo... y seguiría habiendo debate igualmente.

Martín Ochoa con el Deportivo
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Martín Ochoa con el Deportivo en pretemporada.JESÚS SANCHO SANCHOFOTO

Hablemos de nombres propios, ¿cómo está Mella? ¿Lo veremos pronto jugando tras su lesión?

Mella es un niño. Para el cuerpo técnico y también para el resto del grupo. Es supercariñoso y lo tratamos con esa confianza. Esperemos que para la vuelta de Navidad podamos contar ya con él. Está pendiente de pruebas, pero para enero o febrero estará con normalidad.

Otro de los que está haciendo mucho ruido es Martín Ochoa, ¿qué lo hace tan especial?

Es de esos jugadores que siempre ha marcado goles. Y cuando marcas siempre, no es casualidad. Desde que llegué al Deportivo, Martín siempre ha estado en el equipo anterior al que yo dirigía. Y siempre, igual, marcando. Tiene unos movimientos muy ingelitenes y el instinto de gol, que eso o se tiene o no se tiene. Cada año va pasando al equipo siguiente y sigue marcando, lo que nos indica que está en el camino correcto. ¿Se podría acelerar? es posible, pero está en el camino correcto.

¿Qué diferencias le ve con Noel?

Son totalmente diferentes. Martín es un delantero centro al uso, clásico. Juega bien de espaldas, se desmarca bien... no es especialmente rápido. Noel sí era un jugador de velocidad, que atacaba muy bien los espacios y tenía una relación con el balón muy buena. No era tan de área como Martín. Los dos son buenos jugadores y con gran futuro, pero totalmente diferentes.

Ha habido cambio de entrenador en el primer equipo, ¿cómo es la relación con Óscar Cano? ¿Le pide consejo sobre los chicos?

Tenemos una relación diaria, normal, hablamos hbitualmente. Pero creo que para el buen funcionamiento del club, lo más importante es que haya unas personas intermedias como las que tenemos para que trasladen esa información objetiva. Para subir a un jugador del Fabril, Cano no tiene que hablar con Gilsanz. Hay una secretaría técnica que ve a ambos equipos y sabe lo que necesita. No es que yo prefiera que sea así, es que creo que tiene que ser así. Si el contacto es entre entrenadores, cuando uno de los dos, o los dos, no estén... debe haber un funcionamiento, independientemente de que yo no esté aquí mañana.

Llevamos un rato charlando de la promoción de los chicos... y la promoción interna en el banquillo, ¿sueña Óscar Gilsanz con dirigir al Deportivo?

Gilsanz fue un niño que soñaba con ser futbolista y luego con ser entrenador. Pero cuando uno se hace adulto, los sueños se quedan en ese niño y hay que centrarse en el día a día. No tengo ninguna preocupación profesional que no sea el Fabril. Trabjaar en este proceso en el que estoy encantado de ser el eslabón con los chavales. Tanto yo como el cuepro técnico trabajamos día a día en una categoría que me encanta. A ciertas edades, los sueños quedan en sueños. Todos trabajamos para mejorar, pero no contemplo esa situación. Creo que lo bueno para el Deportivo sería que Óscar Cano sea el entrenador del Deportivo los próximos 10 años. Eso sería lo bueno para el club. Y lo que es bueno para el club, sería bueno para el Fabril, para Óscar Gilsanz y para todos.