Genuinamente genuinos

La Ciudad Deportiva del Villarreal está acostumbrada a acoger eventos, torneos y campeonatos, de todo tipo. Este fin de semana se ha disputado el de la Liga Genuine, 44 equipos de nuestra liga que han acudido a Vila-real para acabar el año y la competición, en su cuarta y última fase.

Lo primero que que se percibe una vez llegas a la competición es alegría, no hay nadie que compita o que esté viendo los partidos, que no tenga una sonrisa de oreja a oreja. El compañerismo entre los competidores es otra de las grandes premisas, algo que se hace evidente durante cada partido, pero sobre todo al finalizar cada encuentro. Los abrazos entre todos y cada uno de los jugadores, sea cual sea el resultado, son sinceros y obligados.

Un compañerismo que se hace evidente cuando uno ve que no son cuarenta los equipos, sino cuarenta y cuatro, cuatro más de los que tiene la competición mayor. Esta anomalía es la mejor manera de entender esta competición. Ya que como nos explica el coordinador de la Liga Genuine, Carlos Ruiz, “esto es una liga sin descensos, ya que los mismos equipos son los que piden que los que van a descender o tuvieron que descender, continúen con ellos. No entendían que sus rivales a la vez que amigos, dejaron de venir a competir y a disfrutar con ellos”. Otro de los datos que destacar esta liga genuina, es ver qué más de 2000 personas conviven sin problema alguno durante tres días, algo que desde la coordinación de seguridad no se aseguraban “es una delicia”.

Desde el Villarreal Club organizador, reconocían que “es complicado mantener la ciudad deportiva limpia en estos eventos, y con ellos es increíble. No verás un papel por el suelo, todo recogido, los vestuarios limpios, y una amabilidad fuera de lo normal”.Toni Jiménez, uno de los técnicos del Villarreal, acostumbrado estas fases, reconocía que “es una locura ver como el resto de equipos y de jugadores nos felicitan y nos agradecen poder venir a jugar y disfrutar de nuestras instalaciones en nuestra casa”. En la Genuine la música no para, ya sea con altavoces, bombos, tambores o trompetas, todo vale. Desde la organización explicaban que es curioso ver aficiones como las de Sevilla y el Betis, Madrid o Barça, cantando y bailando en un mismo partido.

O ver cómo en un partido todos los jugadores hacen lo posible para que uno de los participantes que no ha marcado nunca un gol pueda marcar, y ver como tras hacerlo los dos equipos lo celebran como un gol propio. Por último, choca ver los árbitros recibir ovaciones por parte de una grada, y ver cómo los jugadores que les da las gracias después de cada jugada. Por último, está cuarta fase certificó que acabarán como campeones de la competición deportiva el RCD Espanyol, RCD Mallorca y Club Atlético Osasuna; mientras que el FairPlay de la fase final se lo llevaron Fundación Celta Integra, Nàstic de Tarragona y Athletic Club Fundazioa.