‘Ferreirazo’ y fin de era

Toda estrella tiene su telonero. Y Kroos no iba a ser menos. Mientras se anudaba sus emblemáticas botas en el vestuario del Bernabéu, a siete kilómetros, en el Di Stéfano, menos media docena de canteranos jugaban su último partido con el Castilla. Si no más. Y quién sabe si también ha sido el último baile de Raúl. Baraja de adioses antes del gran adiós. Pero así son los filiales, tan volátiles que, a veces, se vuelven irreconocibles entre cursos. Modelos de Cambio Radical. Será el caso de este Castilla que, salvado desde hace semanas, inició su “transición” particular. Ya asoma la Next Gen de un filial que aspira a mucho más que lo que ha sido esta insípida aunque, por momentos, taquicárdica temporada. Ascender no es una obligación pero luchar por ello, sí. Y no eso se ha hecho.

Algunos nombres son certezas: Vinicius Tobias no seguirá en el Real Madrid. Sólo había jugado 18 minutos desde febrero y, dos años después de su fichaje (abril de 2022) no se le ve preparado por el primer equipo, así que el Madrid no pagará los 15M€ de su opción de compra. Tampoco seguirán Cañizares, Palacios (como adelantó AS, muy cerca del Athletic) y, muy seguramente, Obrador. Además de una buena ristra de talentos a los que llegarán ofertas y el bronce empieza a saber a poco: Marvel, Mario Martín (no jugó, convocado por el primer equipo), Nico Paz o Álvaro Rodríguez. Su Castilla ha puesto punto final esta tarde.

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Fran, Jacobo, Chema Andrés...

Y ya asoma uno nuevo, con el gigante Fran González (dos metros de felino) bajo palos, Jacobo ejerciendo de kaiser y Chema Andrés, a los mandos junto a Manuel Ángel. En el fondo, un equipo más parecido a aquel Juvenil A campeonísimo con Arbeloa, que al filial de Raúl. Otro nombre en entredicho. Rodeado de un enorme aura de incertidumbre. Y que tampoco está confirmado (“a día de hoy, creo que voy a seguir”, ha dicho). Ni él lo está en un filial que ha cerrado una era perdiendo en casa. Cayendo ante un Málaga que regresa a la Costa del Sol radiante de ilusión y autoestima (sorpasso al Ibiza y factor local, mínimo, en las semis del playoff).

Jugará ante el Celta B: primero en Vigo y, después, en La Rosaleda. De clasificarse, esperará al vencedor del Ponferradina-Córdoba. Y el ganador volverá a Segunda. Contra el primero jugaría la vuelta en casa y contra el segundo, fuera. Ese es el camino. Resultado del ‘Ferreirazo’ en el Di Stéfano. Porque en lo deportivo, el Málaga venció por empuje y eficacia. Lo único que estaba en juego era la cuarta plaza, en posesión del Ibiza, pero cuya expedición a Huelva apuntaba a templada. Y terminó ardiente: su derrota (1-0), sumada a esta del Málaga, entrega la plaza a los e Pellicer.

Sobre el verde del Di Stéfano ninguno pareció superior (de mojarse, ligeramente los andaluces), pero fue una victoria a los puntos. Por acertar en las pocas ocasiones de peligro, algo que los pupilos de Raúl no hicieron. Era el primer cuarto de hora cuando llegó el primero: Ferreiro rompió por la derecha y, prácticamente sin ángulo, disparó por bajo y tuvo la enorme fortuna de que el balón no sólo se coló entre las piernas de Fran, sino que tomó la parábola necesaria para tocar en el poste y entrar en la portería. Victoria encarrilada. 0-1.

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Harakiri del Málaga

Pero este Málaga es su peor enemigo. Lleva toda la temporada siendo un equipo cargado de talento y, a la vez, de poder autodestructivo. Y así empató el Castilla, en un nuevo alarde de que el harakiri puede ser un arte: despeje horripilante de Genaro que se convierte en un pase de la muerte para Álvaro Rodríguez. Cabezazo y a la jaula. A partir de ahí, vuelta a empezar. El partido entró en un ritmo tosco, clásico de dos equipos que ni terminan de abrirse en canal, ni parecen tener la mentalidad de hacerlo.

Y resurrección

Pero el Málaga, en esa liviana superioridad, acabó encontrando una oportunidad en un error en la salida de balón rival: Ferreiro recibió en el costado derecho y, solo ante Fran González, hizo el 1-2. Locura en la banda y la grada. Los varios centenares de aficionados desplazados desde la Costa del Sol festejaron que jugarán las semifinales del playoff con el factor local. Con su gente. Si después hay que ir a Córdoba, se irá, pero carpe diem. El Castilla cierra una temporada que no pasará a la historia y sella una era. Ya asoma la de los Fran, Jacobo y Chema Andrés. Así son los filiales, volátiles. Ni Raúl está asegurado.