Éxtasis Lucas Pérez

Hay veces, puede que no demasiadas, que las grandes historias tienen un final feliz. Ese ha sido el caso de Lucas Pérez y su increíble regreso al Deportivo. La ilusión despertada por su fichaje congregó en Riazor a nada menos que 23.745 espectadores, récord en un partido de Primera Federación en liga regular. El éxtasis comenzó en el minuto 49 cuando el de Monelos, en su primera oportunidad de gol, puso el 1-0 ante un Unionistas que hasta entonces había resistido con un ordenado e intenso plan de defensa. Su impacto en el equipo de su vida continuó en el 66′, cuando se pitó penalti sobre Rubén Díez. Lucas cogió el balón, pero no para llevarlo a los once metros, sino para dárselo al pichichi del equipo: Alberto Quiles. El onubense, haciendo honor a la ofrenda, lo transformó a lo Panenka. Y la guinda llegó en el 92′ con un remate seco de zurda para desatar la euforia. Regreso épico del hijo pródigo con victoria para que el Depor aguante el ritmo de cabeza. Derrota para un Unionistas que ofreció seriedad defensiva primero y orgullo desde la expulsión del meta Salva a media hora del final.

Deportivo de La Coruña

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En la noche de Lucas, el partido arrancó con sorpresa en la equipación del Deportivo (totalmente azul y sin publicidad) y en el once. Trilli, pese a la lesión de Antoñito, empezó en el banquillo con Villares, un centrocampista en racha goleadora, como ‘improvisado’ lateral derecho. Sin duda, un duro golpe para el canterano. Como la cosa de inicio iba de laterales, Raúl Carnero cayó lesionado en el minuto 13. La respuesta desde el banquillo fue de nuevo inesperada, apostando Cano por Jaime, un central, en lugar de Retuerta y situar a un sorprendido Pablo Martínez como carrilero izquierdo. Si el palo fue grande para Trilli, calculen el de un Retuerta que sigue sin debutar después de 18 partidos. Dos jóvenes laterales condenados al ostracismo y con media liga por jugarse. Preocupante panorama por delante y trabajo para la secretaría técnica en enero.

Entre tanta polémica en los laterales se jugaba un partido. Intenso desde el primer minuto con un Unionistas presionante, pero con un Depor más peligroso e incisivo. Rubén Díez marcó a los cuatro minutos, pero el tanto fue anulado por fuera de juego. A los nueve Quiles se encontró con el poste y luego fueron Isi Gómez y de nuevo el delantero onubense los que rozaron el primero. Los salmantinos aguantaron los arreones y se fueron encontrando más seguros renunciando al balón ante un Depor dominante, pero sin encontrar la fórmula de derribar el muro. Primer tiempo sin goles, con posesión local, intenso y con ligeros detalles de un Lucas Pérez al que costaba encontrar su espacio en la rocosa propuesta visitante.

Unionistas CF

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La espera por el de Monelos duró hasta el minuto 49, cuando recibió el primer balón en condiciones tras un gran pase en parábola de Mario Soriano. Bajó el balón, se deshizo de Salva en su salida y marcó a puerta vacía con la derecha. Explosión del delantero, explosión de Riazor. Cuatro minutos después, en una cabalgada desde el mediocampo, tuvo la segunda, pero un exceso de generosidad evitó el doblete. Poco después, y con el guion de partido roto para Unionistas, Salva tocó fuera del área con la mano para ver la roja y dejar a los suyos con uno menos y media hora por delante. En el 66′ el de Monelos volvió a ser protagonista. No por sufrir el penalti de Mario, que fue sobre Rubén Díez. Por coger el balón y regalárselo a Quiles para que al estilo Panenka el onubense pusiese el 2-0 en su octavo tanto de la temporada. Así se cimientan los liderazgos. El show Lucas terminó en el minuto 92, cuando un pase de Kuki Zalazar tras un gran jugada, terminó en la zurda del matador y, como no, en la red.