Entre Nico Paz y Peter se meriendan al San Fernando
El Castilla se adelantó con un golazo del argentino, Blanco igualó en un córner y el latigazo del extremo de origen dominicano en el 84′ da aire al filial. Fuoli evitó una goleada blanca.
Lo de Nico Paz es como lo de Arribas estos dos últimos años. Su superioridad en la Primera RFEF es casi insultante. Son futbolistas de la máxima categoría. Cuando se activan, arrasan. A la nueva sensación de La Fábrica parecía estarle pasando factura el tener que bajar al escenario castillista tras los focos del Bernabéu, pero qué va. En diez minutos desarticuló por dentro, por la derecha y por la izquierda al San Fernando aunque al final Peter tuvo que ayudarle en la faena con un contestón San Fernando.
Fue más que necesario porque el Castilla no manufacturó una ocasión de gol hasta el minuto 25, con disparo medio mordido de César Palacios. Le cogió el gustillo el palentino, porque dos minutos después y ahora con un golpeo más malicioso al palo largo sí que se quedó a pocos centímetros del premio. El San Fernando, que amenazaba salir atrevido, apenas se hizo visible en el primer tiempo en dos córners diseñados por Alfredo Santaelena y en una internada a la aventura de Pau Martínez. Fueron un aviso. Entre ese ir y venir de Palacios y el arreón isleño en un buen disparo al que voló Mario de Luis, dio casi pena que Muresan Muresan (nada que ver con el famoso baloncestista) pitase el fin de la primera parte. Porque segundos antes de enfilar los vestuarios Gonzalo se sacó de la manga la mejor ocasión de la primera mitad con un derechazo desde lejos, bajito pero muy duro, que Fuoli repelió con poderío. El primer paradón en el serial del portero visitante en Valdebebas.
No se enfriaron los equipos en ese paso por boxes. Al revés, el Castilla vio más cerca que nunca el primer gol con un balón largo a Gonzalo que apuró hasta la cal y su pase atrás lo mandó César Palacios al travesaño y no botó dentro de milagro. El 22 castillista era tan imán para las ocasiones como poco atractivo el partido (hasta ese momento) de Nico Paz, fuera de toda onda. Pero el talento del argentino, en su semana grande tras marcar su primer gol con el primer equipo, es especial. Cuando se activa es incontenible. Lo hizo en el minuto 60 y fue como una explosión nuclear: cazó una pelota sin dueño en el área, la bajo con el pecho, la engatilló con un directo seco que se estrelló en el palo, la pelota vaiveneó un poco más y le regresó caída del cielo y en esa no perdonó. Una madera y un gol en dos remates en cuatro segundos. Así de diferencial es.
Pistoletazo a diez minutos de jugador superior del 10 castillista. Casi se apunta una asistencia en un chutazo a la escuadra de Peter que sacó como pudo Fuoli y acto seguido el portero maño metió un guante justo al resquicio por donde Nico le quiso hacer el segundo con su diabólica zurda. Casi parecía un triunfo por aplastamiento blanco y sin embargo el equipo de Raúl se llevó la habitual bofetada a balón parado. Aunque ya tenga la marca de una mano en la mejilla, el filial sigue poniéndola una y otra vez. El central andaluz Blanco, para más ironía, remató un saque de esquina completamente solo y no desaprovechó tremendo regalo. Otra vez más, el Castilla cuesta arriba. Y ahora el golpe de riñón lo dio Peter, muy activo y generoso durante el duelo. Su remate a pase de Obrador fue demasiado hasta para el crecido Fuoli. Un 2-1 que compensó la mayor ambición de los cachorros del Siete y que les impulsa tras un noviembre gris tirando a negro. El Castilla aún no se baja de la pelea por el posible ascenso.
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