El ‘Toro’ no fue suficiente

El Castilla no encuentra la regularidad. Los brotes verdes del triunfo ante el Sanluqueño y el empate ante el Málaga, donde merecieron más, quedan enterrados con otra igualada, una más (ya son cuatro en diez jornadas), frente a un Ceuta que venía de tres derrotas consecutivas tras un inicio fulgurante y tuteó, y mucho, a los blancos. Álvaro Rodríguez cambió el duelo con su entrada al campo, marcó de gran testarazo, pero Romera enfrió la euforia de manera casi inmediata. Un Castilla que no consigue engancharse a la zona noble y mira con titubeos a una zona de playoff a dos puntos, pero que no logra paladear.

De inicio, después del gran partido en La Rosaleda, Raúl no quiso agitar el once y repitió hombres, a pesar de recuperar a Mario Martín tras su sanción. Y el Castilla salió con el pie en el acelerador, muy presionante, pero el Ceuta no tardó en obligar a pisar el freno. Dos avisos severos enfriaron los ánimos. Dani Romera cruzó demasiado un gran servicio de Doncel y Cedric, canterano del Atleti y una de las estrellas de los de José Juan Romero, mandó a las nubes una ocasión cuando tenía todo a favor para descerrajar el encuentro. Para apaciguar el brío visitante, Nico Paz se quitó la chistera con un sombrero y posterior recorte y levanto al Di Stéfano. Un flash casi único del tinerfeño en una primera parte que entró en barbecho. El Ceuta, expectante y afilando el colmillo para hincar el diente. El Castilla, con un domino romo, con alguna incorporación de un Vinicius Tobias voluntarioso, que no lograba encontrar a Gonzalo o Nico para desnivelar. Y en esas, Ñito rozó el golazo de falta directa desde la frontal. No fue hasta el 44′, con un cabezazo de Asencio a la salida de un córner, cuando el filial blanco realizó su primer remate entre los tres palos...

Dinámica que no gustaba a Raúl, que apretó el botón en el descanso. Mario Martín y Álvaro Rodríguez, al rescate. Y no tardó el Toro en rozar la celebración, al quedarse a un palmo de un centro envenenado de Nico Paz. “Castilla, Castilla”, empezó a gritar una afición engarrotada por el frío y los pocos sobresaltos del duelo. Se animaban los del Siete. Una recuperación de Mario terminaba en jugada sensacional de Nico y disparo desviado por centímetros. Y Raúl, consciente de la necesidad de victoria, siguió metiendo pólvora. Y Peter, casi en su primera intervención, moldeaba un servicio al que Álvaro Rodríguez quitaba el envoltorio. Una cornada... respondida con otra casi inmediata. Cañizares evitaba con una gran parada el empate a la salida de un córner, pero Romera estuvo mucho más vivo que la zaga blanca y reinició el partido.

A pesar del jarro de agua congelada, siguió mostrando su cara renovada posrefrigerio tras el apagón de los primeros 45 minutos. Nico probó los guantes de Pedro López, que respondió una estupenda estirada. El rechace no logró embocarlo un Álvaro Rodríguez que instantes después condujo demasiado cuando su avance pedía verticalidad y portería. Mucha voluntad sin suficiente precisión y el Ceuta, tras una pérdida de Tobias ante Cedric, obligó a volar a Cañizares con un duro disparo de Ñito. Comenzaban a flaquear las fuerzas y crecían los de Romero en el verde, con mucho peligro en los centros laterales del citado Cedric y Pablo, cuando Gonzalo, libre de marca, no logro cabecear a portería un estupendo córner botado por Nico Paz. Una ocasión de oro, al limbo. Sin precisión no hay paraíso. Algo que también puede conjugar un Ceuta que olfateó más el gol que los locales y a los puntos, propuso más. Así murió el encuentro y las opciones del Castilla de encontrar un rumbo fijo. 13 puntos y el playoff que marca el propio Ceuta a dos puntos, aunque sin encontrar la receta de la regularidad. El Toro y su gol no fueron suficientes.

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