El malaguismo recupera la fe
“¡Que sí, joder, que vamos a ascender!”, fue el grito de guerra con el que La Rosaleda despidió al Málaga tras la goleada al Antequera. Baño de autoestima para el equipo de Sergio Pellicer.
El Málaga goleó al Antequera y cerró una crisis que amenazaba con llevarle hasta el playoff desbordado por las dudas. Los de Pellicer encaraban el partido con un balance de una victoria en las últimas ocho jornadas y lastrado por un pobre rendimiento en las dos áreas, pero especialmente en ataque. El derbi malagueño sirvió, por tanto, para llenar los depósitos de confianza y autoestima y, de paso, reenganchar a la afición, que venía mostrando su descontento con el nivel del Málaga de forma cada vez más acentuada.
El encuentro fue un revitalizante inmejorable para los blanquiazules y el malaguismo vuelve a recuperar la fe. Prueba de ello es que hubo fiesta incluso cuando finalizó el choque. La Rosaleda despidió al equipo al grito de “¡Que sí, joder, que vamos a ascender!” mientras los futbolistas agradecían el apoyo cantando y saltando al compás de los cánticos del Fondo Sur 1904.
La conexión afición - equipo quedó restablecida a las puertas del playoff. El próximo encuentro en casa ya será en plena pelea por el ascenso. “La autoestima es ganar y, sobre todo, en La Rosaleda. Necesitaban esto los chicos. También la gente. El contexto del playoff va a ser totalmente diferente. Esto sirve para darnos cuenta de que podemos hacer cosas importantes. Hemos encontrado un pozo de agua en el desierto”, esgrimía Pellicer en la rueda de prensa posterior al choque. El técnico es consciente de que la hinchada blanquiazul debe jugar un papel clave en las eliminatorias para subir. “Llegar de una manera positiva es importante por el tema de los jugadores. La afición siempre ha estado ahí. En el próximo partido que juguemos en La Rosaleda nos va a llevar en volandas. La afición es top”, añadía.
El partido, además, dejó muy buenas noticias en cuanto a actuaciones individuales. Larrubia protagonizó su mejor encuentro del curso, Sangalli se sube al tren justo en el momento decisivo y Roberto volvió a marcar un mes después. El ariete ya suma 15 tantos y continúa en la lucha por el Pichichi (está a uno de Jesús De Miguel). Son muchas las connotaciones positivas que dejó el 3-0 al Antequera justo a las puertas del playoff.
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