El Hércules de Escobar se abona a la épica

Lolo Escobar le ha devuelto el alma al Hércules. El equipo alicantino vuelve a latir. A base de fe, el técnico ha contagiado su ilusión a sus jugadores y al entorno. Dos remontadas épicas de forma consecutiva, han colado al Hércules en la zona media de la tabla. De estar muerto, a dar saltos de alegría. Eso es lo que ha conseguido Escobar en apenas cuatro jornadas. Respaldado por los resultados, tras sumar diez puntos de 12, el Hércules ahora se siente reforzado, como si tuviesen que enterrarle varias veces para dejarle en la lona.

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Tras la exhibición de orgullo en Sagunto (remontó un 2-0), el Hércules tuvo que recurrir una semana más a otra machada. Esta vez, el guion fue otro, aunque el resultado fue el mismo. Jean Paul fue expulsado en el minuto 20 con roja directa. El primer mérito del Hércules estuvo en no desnortarse. El equipo blanquiazul dejó para el final lo mejor, su arreón de coraje y orgullo. Alvarito, a diez del final, falló un mano a mano y en la siguiente jugada, Marc Mas marcó el 0-1. En ese instante, al Hércules se le ensangrentaron los ojos y fue a por el partido. En el 87′, gracias a un gol de Riera, y en el 89′, tras un tanto en propia puerta de Iker, el equipo de Escobar enloqueció. Y con él, el Rico Pérez, que empujó hasta el empate y hasta la victoria como si hubiese un título en juego.

El Hércules no saltó fresco, pero tampoco sufrió. Manu Navarro fue el recambio del sancionado Míchel. No pasó nada hasta que la expulsión de Jean Paul, por una polémica agresión, lo cambió todo. El Ibiza, hasta el momento sin triunfos fuera de su casa, no generó peligro. A pesar de contar con un hombre más, le valió el empate. Estaba el choque para las tablas, cuando todo se precipitó de forma abrupta.

Los últimos diez minutos fueron una montaña rusa. El Hércules pasó por todos los estados de ánimo en segundos. Se vio con el partido ganado, pero el fallo de Alvarito, en un mano a mano, le hizo venirse abajo. Para colmo, el Ibiza marcó el 0-1 tras un buen gol de Marc Mas en la siguiente jugada. En ese momento, el equipo de Escobar se vio hundido. Pero agitó el banquillo el técnico y tocó tirar de épica, con el retorno de Nico Espinosa y el debut de José Artiles. Riera empató poco después y ahí, pese al punto casi en el bolsillo, el Hércules quiso más. Y fue a por la victoria. Nico falló otro mano a mano y el rechace se lo marcó Iker en propia puerta. La fortuna le sonrió a los alicantinos, lógico porque toda dosis de fe y épica requiere de una pizca de suerte.