El Grupo I de Primera RFEF, trituradora de entrenadores
Siete entrenadores han sido destituidos en las diez jornadas disputadas de la categoría de bronce. Todos ellos son de este grupo, el ‘de la muerte’.
El Grupo I de Primera RFEF no está teniendo piedad con sus entrenadores. Hasta la jornada diez, los siete entrenadores destituidos en la categoría de bronce han sido en este grupo: Chus Trujillo, en el Ceuta; Nacho Castro, en el San Fernando; Diego Nogales, en el Rayo Majadahonda; Isaac Jové, en el Badajoz; Borja Jiménez, en el Deportivo; Monteagudo, en la Balona, y Rubén Gala, en el Talavera.
El primer entrenador destituido en Primera RFEF fue Chus Trujillo el 19 de septiembre. El antiguo técnico del Ceuta ascendió con los del Alfonso Murube la campaña pasada, pero una racha de cuatro derrotas consecutivas al inicio de la competición condenó al técnico. Trujillo fue sustituido por José Juan Romero.
Nacho Castro fue el siguiente. El asturiano, que llevó la campaña pasada al San Fernando a soñar con el playoff para después pelear por no descender, fue cesado del San Fernando el 21 de septiembre. Un ambiente enrarecido y unos resultados mediocres fueron su ‘condena’ y los motivos por los cuales Salva Ballesta tomó el banquillo isleño. Isaac Jové, en el Badajoz, fue destituido una semana después tras una contundente derrota en Ferrol 0-3. José Juan Romero fue su sustituto, todavía sin ver una clara mejora.
El Rayo Majadahonda fue el cuarto equipo que vio como su banquillo cambiaba de dueño. El proyecto de Diego Nogales no terminó de arrancar en ningún momento y la dirección deportiva majariega, encabezada por Néstor Susaeta, apostó por Alfredo Santaelena, ex del DUX internacional. Con Santaelena a los mandos, el Majadahonda ha sumado dos victorias y un empate.
Uno de las grandes favoritos, el Deportivo, tampoco fue ajeno a las mutaciones en su banquillo. Después del ‘Maracanazo’ que le hizo el Albacete en Riazor en la final del playoff de ascenso, la directiva coruñesa siguió apostando por un Borja Jiménez que ya comenzó la temporada mirando con lupa. Tanto fue así que unos malos resultados y abandonar el playoff, provocó su destitución y la llegada de Óscar Cano.
El penúltimo en haber sido ‘chivo expiatorio’ ha sido Monteagudo en la Balompédica Linense. Su equipo no salió nunca de la zona de la quema, del descenso, y Rafael Escobar retorno a La Línea en lo que sería su cuarta etapa en el equipo blanquinegro.
Por último, el Talavera decidió dar la vuelta a su situación anunciando hoy la contratación de Pedro Díaz, talaverano criado siempre en el club manchego, tras anunciar el despido de Rubén Gala en la tarde de ayer.
Cada victoria, un sufrimiento
El Grupo I ha sido catalogado por jugadores, aficionados y entrenadores como el grupo de la muerte de Primera RFEF. Dos de los descendidos, Alcorcón y Fuenlabrada, han caído en este grupo con la fuerza económica que se les presupone. Por otro lado, Córdoba y Deportivo, grandes agitadores del verano y con unas plantillas de Segunda División, pugnan también por ascender. Eso sin contar con la aparición de las dos sorpresas de la temporada: Racing de Ferrol y Linares. Ambos han mostrado un fútbol excelente y amplias posibilidades de ascender.