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DEPORTIVO

El fondo de armario del Depor no termina de funcionar

Con De la Barrera hay muchos titulares nuevos, pero el Depor sigue sin lograr explotar su banquillo. Ante el Castellón, con el equipo agotado, solo hubo tres cambios: Saveiro (65′), Kuki (81′) e Isi (88′).

Saverio, en el momento de entrar al partido entre Deportivo y Castellón.
Jesús Sancho fotógrafo

El Deportivo ha presumido estas dos últimas temporadas de tener la mejor plantilla de la categoría. El primer año acabó segundo y este, cuarto. Una de las principales críticas a Borja Jiménez y Óscar Cano fue contar con un grupo limitado de jugadores de confianza, realizar pocos cambios durante los partidos y hacerlos tarde. El golpe de timón con la llegada de Rubén de la Barrera al banquillo hizo que el técnico, sin tiempo para casi nada, realizase un casting en los partidos ante el Algeciras y Pontevedra. El técnico coruñés utilizó en esos dos encuentros de liga regular a 18 titulares y agotó los diez cambios. Ante los andaluces, entraron en los minutos 70′ (Isi Gómez y David Mella), 77′ Olabe y 86′ (Kuki Zalazar y Saverio). En Pasarón, lo hicieron en el 56′ (Quiles, Bergantiños y Lebedenko), 73′ Villares y 75′ Svensson.

Las pruebas le valieron a De la Barrera para elegir su once, pero como ocurrió en etapas anteriores, el banquillo frenó su aportación cuando llegó la hora de la verdad del playoff. A diferencia de los dos encuentros anteriores, el técnico solo usó tres de las cinco sustituciones posibles, y fueron tardías. El primero en entrar fue Saverio en el minuto 65 por un Yeremay que pidió el cambio. Su aportación, en ataque y en defensa, fue casi nula. Kuki Zalazar relevó a Svensson en el 81′, mientras que Isi Gómez lo hizo por Soriano en el 88′. Todo, en un partido en el que el Deportivo dio muestras de cansancio en los últimos veinte minutos y se vio superado por un Castellón que hizo cuatro cambios (55′, 66′ y dos en el 72′) que subieron el nivel del equipo blanquinegro.

Los recursos de los que dispone Rubén de la Barrera, el estado de forma y el rol en el campo es muy distinto en las tres líneas del equipo. En defensa están asentados Pablo Martínez y Lebedenko, pero en los otros dos puestos hay competencia. Ante el Castellón el técnico apostó por Jaime en el centro de la defensa y rindió a buen nivel, aunque es un puesto abierto. El lateral derecho fue para Antoñito, que estuvo correcto en defensa, impreciso en ataque y acabó el partido bastante cansado. La competencia con Trilli sigue abierta. En la media el Depor juega con solo dos centrocampistas y ahí las piezas son intocables: Bergantiños y Villares. Ambos acabaron exhaustos y lo llamativo fue que Olabe y Rubén Díez, dos futbolistas que superan esta temporada los 2.000 minutos, se quedaron en blanco. El otro medio, Isi Gómez, sustituyó a Mario Soriano en el minuto 88.

La exigencia de la presión adelantada

La zona de ataque, en la que Rubén utiliza a cuatro jugadores, es junto al mediocampo la que más se desgasta para realizar la presión adelantada que busca el técnico. Lucas Pérez, Yeremay, Soriano y Svensson son los indiscutibles titulares. La desafortunada lesión de Quiles no solo ha dejado al Depor sin su pichichi, también sin una pieza que sería clave para repartir minutos y esfuerzos en ataque. Las alternativas que hay en la zona ofensiva son contadas. Saverio, que patinó ante el Castellón y no termina de arrancar; Kuki Zalazar, que no encuentra su sitio; y Arturo, único jugador de campo sin minutos con el preparador coruñés. El cuarto elemento es el joven David Mella, otra apuesta de Rubén de la Barrera que, visto lo visto, podría tener su hueco en el segundo tiempo en Castalia.