El Deportivo se obliga a remontar marcadores a diario
El equipo blanquiazul ha comenzado perdiendo cinco de sus últimos siete encuentros y ha encajado gol en todos. No logra dejar la portería a cero desde el 11 de noviembre.
Siempre en el alambre, siempre al borde del precipicio. Así está siendo la temporada del Deportivo porque así están siendo también los partidos del Deportivo. El día a día es el mejor reflejo de un equipo que va a remolque en la clasificación como lo hace prácticamente cada domingo. Y es que cuando Muguruza batió a Germán en el Reino de León, se registraba el quinto encuentro de los últimos siete en los que el cuadro herculino se veía por detrás en el marcador.
Así se han tenido que acostumbrar a vivir los de Idiakez, obligados a remontar a diario. Obligándose, más bien, en una lista de tantos recibidos en los que saltan a la vista errores no forzados en muchas ocasiones difíciles de creer. Incluso en el mejor tramo de temporada, esa racha sin perder que el Depor enlazó entre finales de noviembre, diciembre y principios de enero, no dejó de dispararse en el pie. Hasta cuatro jornadas consecutivas se vio perdiendo - Osasuna B, Barcelona Atlètic, Sestao y Arenteiro -, para acabar reaccionando en los dos partidos a domicilio y dejando escapar cuatro puntos en Riazor.
Ese ejercicio de reacción se rompió en León, donde el equipo tuvo ocasiones para marcar, pero como también es habitual esta campaña, no fueron suficientes. Un balance de 20 goles a favor en 19 jornadas no parece la mejor carta de presentación para un equipo que no es capaz de poner el candado a su portería. La última vez que Germán no tuvo que recoger una pelota del fondo de su red fue el pasado 11 de noviembre. Desde entonces, siete jornadas consecutivas encajando.
Cada día un error, cada día un culpable
Tampoco parece ser un problema que tenga demasiada solución si nos paramos a ver gran parte de esos goles encajados. Porque el Depor no es un equipo que defienda mal. Así lo dicen los números. Apenas concede ocasiones al rival - en León sufrió algo más de lo habitual -, pero las que concede son muy claras precisamente por errores groseros. Y lo peor es que cada día sale en la foto un jugador diferente. Salva Sevilla y su disputa blanda en León, José Ángel y su regalo a la Real B, Pablo Martínez y su mala entrega ante el Arenteiro, el disparo que no bloca bien Germán ante Osasuna B... la lista de accidentes es larga. Jugadas puntuales que, además, han llegado antes de la media hora de encuentro, lo que pone una presión extra en un equipo que ya de por sí se ha condenado a vivir al límite lo que resta de temporada.
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