El Córdoba tumba al Atlético B al ritmo de Carracedo
El extremó asiste en los goles de Márquez y Simo y anota el tercero. Casas cerró la goleada de los blanquiverdes ante el filial rojiblanco. Cala maquilló el resultado aprovechando un error defensivo de los locales.
El Córdoba se aferra con fuerza a la tercera plaza del playoff. Gana en casa sin muchos apuros frente a un Atlético B que solo había perdido en una ocasión en las últimas nueve jornadas. A pesar de las buenas sensaciones iniciales de los rojiblancos, Carracedo frustró todas las intenciones rojiblancas en el Arcángel. El extremo brilló, asistió a Márquez y Simo y en la segunda parte dio la puntilla anotando el tercero. Casas, ya en el último tramo del duelo, cerró la goleada ante un Atlético que se volvió inofensivo.
El Atlético B, pese a acabar cabizbajo, arrancó el partido muy combativo. La intención era vengar la mala imagen dada en la primera vuelta (1-6), pero a pesar de un par de llegadas con peligro, el primer golpe lo asestó el Córdoba. Carracedo, que fue un dolor de cabeza para la zaga rojiblanca, colgó un balón que remató con contundencia Kike Márquez ante la impasividad de Lalo Aguilar. El filial rojiblanco, en vez de temer a los fantasmas del pasado, supo reaccionar. Mordió al Córdoba y tuvo premio. Un error en la salida de balón entre Carlos Marín y Diarra provocó que Cala robara el balón y pusiera el empate en el marcador. Pero la sociedad Márquez-Carracedo fue más determinante que las buenas intenciones del filial. Otro balón colgado desde el costado derecho desembocó en gol. Obra de Simo, que rondaba el área y no perdonó cuando un rebote dejaba huérfano al balón.
Tras el descanso, la situación no fue mejor para el filial rojiblanco. El encuentro tuvo menos intensidad, pero los goles siguieron cayendo del mismo lado. Carracedo cerró un partido espectacular viendo portería. Tanto pase de gol había dado con sus centros, que se merecía ser en alguna ocasión el receptor de algún balón colgado al área. Y cuando sucedió no perdonó. Pegó de primeras y con el interior el esférico y lo mandó al segundo palo de Iturbe. El Córdoba ya se sentía vencedor. Ni la salida de Márquez, Simo y Carracedo del campo y la entrada de sangre fresca en el filial rojiblanco, tambaleó la balanza de los blanquiverdes. El descaro local fue tal que se permitió trenzar una gran jugada en la frontal del área para anotar el cuarto. Calderón y Sala hicieron una pared para superar la línea defensiva y colgar un centro al área pequeña que Casas aprovecharía para lograr el 4-1.