El Castilla también baila
Manita de los de Raúl para dormir en playoff. Iker Bravo marcó su primer gol y lo celebró bailando con Tobias, en un guiño a Vinicius. Arribas fue ovacionado por Matapiñonera
Al filial también le gusta la samba. Bailar al son de un Arribas que -por enésima vez- demostró que la Primera RFEF se le queda pequeña. El recital del 10 fue tan magno, que la afición local lo ovacionó al ser sustituido. Una matrícula de honor para el muchacho que manejó el timón del equipo la noche en la que Iker Bravo, quién sabe si el delantero del primer equipo en el medio plazo -ha venido para mucho más que ser una promesa del filial-, marcó su primer gol con el escudo del Madrid. No hubo partido porque el Castilla, reinventado por Raúl en un 4-4-2 poco ortodoxo (los laterales suben mucho y los extremos se meten hacia dentro), es una apisonadora cuando juega a este nivel. El problema, precisamente, es que tiende a olvidársele en algunas jornadas. No fue el caso.
La lesión de Álvaro Rodríguez, la apuesta más personal de Raúl (delantero del juvenil A que ha adoptado como su killer habitual), le abrió la puerta de par en par a Iker Bravo, que en su primera gran oportunidad sólo necesitó 2 minutos. El Sanse regaló el balón en una salida y él, tras caracolear en la frontal, marcó con un disparo raso y potente. Ahí llegó la imagen de la noche: baile con Vinicius Tobias como celebración. Una danza que es un guiño. Un apoyo público hacia Vinicius Júnior a escasas horas de jugar su noveno derbi y, probablemente, el más caliente de todos. En el Madrid, como en Footloose, se baila; bailan todos.
El conjunto de Ayllón enseñó algunas costuras del equipo madridista, que tiene una pegada fulgurante y una defensa tendente al despiste. En uno llegó el gol de Javi Gómez. Un espejismo. Porque rápidamente se reactivó la maquinaria y ya no quiso -ni pudo- parar. Tras varios avisos antes del descanso, llegó el 1-2, obra de Marvel. Fue a los pocos minutos de la reanudación y a la salida de un córner. El gigante se hizo enorme y fusiló a López tras un carrusel de rebotes. Luego fue el turno de Rafa Marín, que tras un centro con rosca al segundo palo, entró como un misil y remató de cabeza a la red.
Fue el aviso de sentencia. El Sanse intentó estirarse y Pedro Benito, con un disparo lejano, enseñó la escopeta que atesora en su bota. Pero la magia puede con la pólvora y ahí, brilló Arribas. Fue un show, una oda a este deporte. La demostración de que sobre el césped había un futbolista con una calidad un escalón por encima del resto. No hay mejor prueba de ello, que la ovación que Matapiñonera le regaló cuando fue sustituido. Antes, su gol: desmarque a la espalda de la defensa y vaselina sobre el portero en el mano a mano. La guinda fue la manita de Theo Zidane, que no yerró con un disparo raso y seco rozando el añadido.
Demasiado Castilla para tan poco Sanse. Al son de Arribas, el filial asaltó el playoff, donde esta noche se va a acostar, confirmándole a su gente que este sí es otro año para ilusionarse. Con Iker Bravo, todo es posible. Así ruge el nuevo delantero del filial. Y así bailan los de Raúl, con la Fiebre del Sábado Noche en sus venas.
Ficha técnica
Sanse: Pedro López; Navarro, Fomeyem, Juanra, Nieto; Borja Sánchez, Pedro Benito (Ródenas, 71′), Villapalos (Coulibaly, 57′); Javi Gómez (Raúl Hernández, 57′), Borja Martínez y Arturo Rodríguez.
Real Madrid Castilla: Mario de Luis; Vinicius Tobias, Marvel, Rafa Marín, Pablo Ramón; Javi Villar, Dotor, Arribas (Iglesias, 85′); Peter, Álvaro Martín (Noel López, 79′) e Iker Bravo (Theo Zidane, 79′).
Goles: 0-1 (2′): Iker Bravo. 1-1 (12′): Javi Gómez. 1-2 (56′): Marvel. 1-3 (67′): Rafa Marín. 1-4 (74′): Arribas. 1-5 (89′): Theo Zidane.
Árbitro: Mallor Fernández, colegio castellano-leonés.
Incidencias: Estadio de Matapiñonera, 1.600 espectadores.