El Castilla confirma que se desinfla

El Castilla prácticamente se despide del ascenso directo a Segunda División y tendrá que rearmarse pensando en el durísimo playoff que le espera. Después del patinazo de la pasada jornada en Valdebebas contra el Ceuta (0-3) el filial de Raúl continuó en su visita al Reino de León como si fuera un remake el fútbol nervioso, inconexo y con dientes de leche de aquella derrota. Y se llevó otra. La Cultural, no tan agobiada en la clasificación con los ceutís, pero metida en el fregao del descenso, se limitó a hacer un partido de oficio y esperar a que su correoso punta, el ruso Nicolai Obolskii, cazase al Castilla. Un plan sencillo pero bien trazado, perfecto. Y el filial blanco colaboró poniendo la menor oposición posible.

Que el delantero ruso iba a ser el protagonista de un partido embarullado se empezó a vislumbrar cuando el cronómetro del árbitro no marcaba ni dos minutos. Primera ocasión de Obolskii y aviso de cómo era el esquema de Israel Martínez. Morder atrás, buscar las bandas y desde ahí surtir de pelotas jugables a su punta. Mientras el Castilla no sabía ni de qué color era la camiseta de Salvi Carrasco, Obolskii volvió a hacer de las suyas esta vez en un movimiento de bailarín dentro del área, una especie de reverso para quitarse de encima a Rafa Marín y Carrillo aunque su zurdazo colocado hizo demasiada parábola y se fue fuera. Precisamente Carrillo taponó en una jugada posterior un remate de Álvarez que iba dentro. Ni por esas el Castilla lograba espabilar, con Álvaro Rodríguez y Arribas convertidos en un atolón perdido del Pacífico.

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Menos amagar y y vamos a resolver esto. Más o menos algo así tuvo que decirle Israel Martínez a sus pupilos de la Cultu en el descanso porque fue salir el equipo leonés y hacerlo arrasando. La fórmula ya se la saben, balón desde una banda y aunque primero mandaron una pelota al travesaño, en la siguiente acción casi calcada fue Obolskii el que dijo basta. Pelota a las redes y el Castilla obligado a hacer algo más allá del excelente partido ofensivo de Rafel Obrador. Raúl no se lo pensó mucho y en dos dobles cambios quiso darle otra vida a su equipo y sólo le funcionaron Nico Paz y sobre todo Aranda, que sigue siendo prácticamente el único revulsivo fiable de este Castilla. El atacante blanco le imprimió su sello a la ofensiva castillista y fue el único que respondió con fuego de mortero. Una falta suya cristianesca provocó el único fallo de Salvi Carrasco en el partido, que se confió en una pelota que pensaba se iba fuera... y terminó estrellada en el travesaño.

Fue lo único. Ni siquiera los tres córners con los que el Castilla acabó el partido inquietaron realmente a la Cultural. El Reino de Leon respira con su equipo y Raúl tiene trabajo estas dos jornadas. Su equipo podía haberse acostado líder de este Grupo I de Primera RFEF y lo hace, en cambio, dejando dudas sobre sus posibilidades en unos playoffs que sí tiene en el bolsillo. Es tan joven (juegan cinco Juveniles) que es capaz de todo: de hundirse estrepitosamente o de ser tan atrevido que acabe triunfando en esas eliminatorias. Raúl, que por primera vez tendrá a su equipo en playoffs, será una pieza decisiva.