El Castilla aguanta y vence

Los años han dibujado al Castilla como un equipo algo bisoño en Primera RFEF y antes, en la Segunda B de toda la vida; incluso, algo pardillo a veces, con mucho más talento individual que los rivales, pero también con menos genio y aplomo. Y a ello cabe sumar el sistemático golpeo que sufre por parte de los árbitros, especialmente focalizado en las expulsiones. Todo ello confluyó en el Di Stéfano ante el Sanluqueño, es lo que fue un triunfo de madurez para el filial del Real Madrid, guiado por cierta fortuna para marcar, pero también de altísimas dosis de concentración y entrega para mantener el resultado pese a jugar con uno menos más de una hora. La primera victoria en casa (hasta ahora, iban dos empates y una derrota) llegó acompañada de una demostración de que este Castilla renovadísimo puede competir por el ascenso.

El Sanluqueño de Juan Cala y Coke Andújar, que tuvo sus minutos al final, se presentó en el Di Stéfano con el plan claro: presión asfixiante en cuanto el Castilla pisase campo rival y contragolpes buscando la velocidad de sus carrileros, Viti y Kike. A los cinco minutos, pudo haberse probado acertado: Viti chutó, Cañizares despejó regular y Nacho Ramón, con todo a favor, no encontró la portería. Al equipo gaditano le faltó su goleador, Mwepu (6 goles), convocado con Zambia. Y lo notó en acciones como esta.

Tras el susto inicial, el Castilla se desperezó gracias a las conducciones del pequeño Manuel Ángel y a la claridad de Nico Paz. El argentino ya lleva seis tantos este curso, muchos para un mediapunta como él; ha aprendido de Bellingham y el Sanluqueño lo atestiguó: casi anota de cabeza en la primera gran ocasión del filial blanco y después encontró el 1-0 con mucha fortuna. Tras una falta no demasiado bien lanzada, recuperó el balón y puso un centro que, tras tocar en un rival, se envenenó ganando altura y variando su dirección. Cuando Samu quiso rectificar, veía como le superaba por alto para colarse en su portería. No será el más bonito que hará el tinerfeño este curso, pero pocos más importantes marcará.

Ocasiones para ambos... pero no muchas

Y ahí se torció el duelo: Mario Martín agarró en la frontal a Airam y vio la roja directa, entre críticas de los castillistas que entendían que una amarilla habría bastado. Cierto es que había otro defensa en su camino; también, que la opción de chutar en ese momento era clara, es complicado no entender la acción como ocasión manifiesta de gol. Sea como fuere, acabó en el túnel de vestuarios y al Castilla le tocó recomponerse, retrasando a Theo Zidane y renunciando a buena parte del ataque para defender lo logrado hasta entonces.

Theo se marchó en el 72′, desfondado. El suyo fue un encuentro brillante, con balón estuvo aseado y hasta se permitió regates en seco de los que hacía su señor padre, y sin él fue una aspiradora en el medio. Combinó su labor con el buen hacer de toda la zaga para impedir que el Sanluqueño tuviese demasiadas ocasiones. Disfrutó de algunas, claro: un tiro cruzado bien despejado por Cañizares y, sobre todo, un remate al poste de Nacho Ramón. Aunque el Castilla también amenazó con el segundo, especialmente con un mano a mano de Palacios y con una triple ocasión en al que Gonzalo se topó con Samu dos veces y en la que Palacios, a puerta vacía, reaccionó tarde.

Ficha del partido

Castilla: Cañizares; Vinicius Tobias, Asencio, Carrillo, Obrador; Theo Zidane (Palacios, 72′), Mario Martín, Manuel Ángel (Peter, 72′), Nico Paz; Gonzalo y Álvaro Rodríguez (Edgar, 55′).

Atlético Sanluqueño: Samu; Kike, Cortijo, Joaquín, Rojas, Viti; Vacas (Guti, 46′), Goma (Jeremy, 64′), Cordero (Crespí, 83′); Nacho y Airam (Coke, 89′).

Goles: 1-0 Nico Paz (25′).

Árbitro: Palencia Caballero (País Vasco). Amonestó a Nacho Ramón (31′), Goma (62′), Vinicius Tobias (63′), Kike (77′) y Carrillo (91′). Expulsó a Mario Martín.

Estadio: Alfredo Di Stéfano.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.