El Cádiz convoca a Lucas Pérez, pero el Depor no tira la toalla

El pasado agosto comenzó el caso Lucas Pérez y seis meses después el culebrón, que ha vivido vaivenes de todo tipo, sigue totalmente abierto. El último capítulo ha tenido lugar este jueves, cuando Sergio González ha dado la lista de convocados para el partido entre Cádiz ante el Almería. En ella, tal y como se esperaba, está el delantero coruñés, aunque el técnico gaditano no fue nada contundente sobre su futuro: “El mercado dirá lo que puede pasar”. Así, a tres días para que abra el mercado de invierno, su destino sigue siendo una incógnita porque el Depor, pese a que llegó a plantearse descarta su fichaje, no ha arrojado la toalla para que el de Monelos vista de blanquiazul en enero.

El tira y afloja entre el club gaditano y coruñés es constante en las últimas semanas. Si Couceiro afirmaba que la negociación “existe y es posible”, desde la otra orilla Vizcaíno respondía que le “gustaría renovar a Lucas Pérez”. El delantero coruñés quedará libre en junio y eso es un argumento por la parte blanquiazul para intentar abaratar una operación que el presidente cadista cifra en un millón de euros, precio que pagó hace un año por el jugador.

La tensión en la negociación ha hecho que Lucas Pérez, que ya iba a renunciar a la mayor parte de la ficha que cobra actualmente, incluso esté dispuesto a poner dinero de su bolsillo para regresar. Como en toda negociación, la clave está en la cantidad que esté dispuesto a abonar el Depor y aceptar el Cádiz. Con la aportación económica de Lucas, el punto de encuentro podría estar entre los 500.000 y los 700.000 euros, con la forma de pago a plazos como otro escollo a solventar. Una situación a la que se une que el delantero gallego será libre en junio, por lo que saldría del club gaditano sin dejar un euro en caja.

Factores colaterales

El dinero es la clave del culebrón, pero no el único punto a superar. La salida de Lucas dejaría un hueco importante en la delantera de un equipo que pelea por salvarse y la necesidad de encontrar un recambio de garantías es ineludible para el Cádiz con Luis Alberto como gran objetivo. Tampoco gusta en el club amarillo que un equipo de Primera RFEF, tercera categoría del fútbol español, le ‘robe’ a un jugador determinante, por lo que las formas también son importantes.

Por último, está el factor tiempo, que también se ve de diferente manera desde ambas orillas. La necesidad final del Depor es ascender y la inmediata, seguir recortando puntos con el liderato (ahora está a cuatro). Todo eso presiona a los coruñeses para no dilatar una operación que, si se enquista, puede prolongarse hasta el 31 de enero, fecha del cierre del mercado. A la par, en el Cádiz también hay preocupación por la firme voluntad del jugador y la repercusión que podría tener en el vestuario retener a un futbolista contra su voluntad. Lucas Pérez demostró una enorme profesionalidad cuando fracasó su traspaso al Depor en agosto, pero un segundo golpe ahora en el mismo sentido podría pasar factura.