El ascenso está en Santo Domingo

Castellón y Alcorcón se jugarán el ascenso a Segunda en Santo Domingo el próximo domingo. Territorio alfarero decidirá después del primer asalto. El combate de Castalia quedó en tablas por los nervios, la presión y por la falta de acierto de los locales. El estadio ‘orellut’ soñaba con vivir otra tarde mágica como la del Depor, pero se pasó de la locura a la tensión típica que dejan estas eliminatorias, en las que el margen de error queda reducido a la nada. Por eso, Castellón y Alcorcón jugaron a no equivocarse, a contener y esperar. Aún así, los dos tuvieron ocasiones para adelantarse en el marcador. Cada parte fue para un equipo. Pero al Castellón le quedó el regusto amargo de que fue superior en el segundo acto y contó hasta cuatro sus ocasiones claras para ganar. Las dos últimas fueron de Fabricio, casi en el descuento. Castalia cerró los ojos y se conjuró para no acordarse de esas oportunidades dentro de siete días.

La próxima semana se sabrá quién estará en Segunda. De momento, la igualdad manda. No obstante, el Alcorcón contará con el factor campo y con la ligera ventaja de que un empate al final del partido de vuelta, con prórroga incluida, le daría el ascenso.

Manejó mejor la presión el Alcorcón en el inicio. Con veteranos de guerra sobre el campo, se adueñó de la pelota. Así se alejó de su portería y bajó la temperatura de la caldera de Castalia. Al Castellón le pudieron los nervios y las imprecisiones. Le costó un mundo hacer daño al cuadro alfarero. Las mejores ocasiones las tuvo el cuadro visitante. Liderado por Javi Lara, en el ecuador de la primera parte, el Alcorcón tuvo la ocasión más clara. Lara soltó un zapatazo y Alfonso Pastor no atajó. El rechace le cayó a Ernesto en las botas. Con todo a favor, el portero local se hizo gigante y evitó el primer gol. La última oportunidad también fue amarilla con una falta lejana de Lara.

El Castellón se dejó sus nervios en el vestuario. Nada más comenzar la segunda parte, Carles Salvador comprobó que Jesús Ruiz también es fiable. El segundo aviso del Castellón también fue temido. Kochorashvili mandó una falta directa al larguero que hizo temblar la madera del Alcorcón. A los puntos y a ocasiones, ambos también estaban igualados. La entrada de Cubillas, ídolo de Castalia, encendió la última mecha en el estadio. En ese espacio, Fabricio tiró por la borda un mano a mano y un zurdazo.