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MÁLAGA

De Griezmann, Íñigo e Illarra a Izan, Cordero, Ochoa…

La decidida apuesta del director deportivo del Málaga por la cantera guarda similitud con ciertas decisiones que tomó en la Real y que acabaron reportando muchos millones y siendo claves en el resurgir txuri-urdin.

Izan Merino, en un partido de pretemporada.
Mariano Pozo

Loren Juarros aterrizó en Málaga con las ideas muy claras sobre lo que necesitaba el proyecto blanquiazul y la hoja de ruta a seguir. Su discurso apuntó a la cantera desde el primer minuto. Su fichaje despertó dudas por su periplo de cinco años sin ejercer y su falta de experiencia específica en una categoría como Primera RFEF. Aun así, y siendo consciente de que todo lo que no sea ascender implicará una decepción enorme y la no consecución del objetivo, no ha variado un ápice su discurso y se mantiene firme en el camino trazado.

Cuando asumió el liderazgo de la parcela deportiva de la Real Sociedad a mediados de la temporada 2008-09 tras la salida del nefasto Iñaki Badiola, el club guipuzcoano se encontraba en Segunda División y en pleno proceso concursal, bajo un día a día marcado por las deudas y los compromisos con los acreedores. Entonces la apuesta fue firme: cantera. El resultado fue el ascenso y, a medio plazo, el crecimiento notable de un proyecto gracias a la aparición de canteranos que alcanzaron el máximo nivel y dejaron en las arcas donostiarras una cantidad muy importante de millones de euros.

Así resumió Juarros, en su extensa entrevista con AS, cómo se fraguó el resurgir txuri-urdin: “Había unos administradores concursales. Un día estaba con el presidente, Jokin Aperribay, y con el gerente, Iñaki Otegi, una gran persona y profesional que llevaba toda la vida en el club. Les comenté que había un chico que estaba en el juvenil B, Antoine Griezmann, y unos chavales, Iñigo Martínez e Illarramendi, y les dije: ‘Voy a apostar por ellos para el primer equipo. Pero tenemos que renovarles’. Aperribay me dijo: ‘Bueno, pues vamos a hablar con los administradores a ver hasta dónde llegamos y qué piden los representantes’. Me acuerdo que cuando hablé con los administradores concursales me dijeron: ‘Loren, son chavales de 17 y 18 años y me estás pidiendo unas cantidades… ¿No te das cuenta que estamos en concurso de acreedores?’. Les dije: ‘O renovamos a estos o es mejor que bajemos la persiana’. Accedieron por esa apuesta. Esos son los que nos sacaron de aquella situación tanto económica como deportivamente”.

“Izan, Ochoa, Cordero, Kevin, Larrubia... Me han generado la ilusión de decir: ‘¿Por qué no van a poder ser lo mismo que me pasó allí?”

Loren Juarros

Griezmann, Illarramendi e Íñigo Martínez fueron piezas claves en la Real Sociedad que logró clasificarse para la Champions League en 2013 y acabaron dejando en las arcas del club casi 120 millones de euros: Illarramendi fue vendido al Real Madrid en 2013 por 32,2 millones; Griezmann se marchó al Atlético en 2014 a cambio de 30 millones y luego, tras su traspaso al Barcelona, la Real ingresó 24 millones más por los derechos de formación; por último, Íñigo Martínez se marchó al Athletic de Bilbao en 2018 a cambio de los 32 millones de euros de su cláusula de rescisión.

No es fácil imaginar que el proceso pueda repetirse en el Málaga con los canteranos en los que Loren Juarros está depositando sus esperanzas de futuro. Pero el director deportivo ve ciertas similitudes entre este Málaga y aquella Real Sociedad: “Hay jugadores. Izan Merino, Ochoa, Antoñito Cordero… tenemos a Kevin y Larrubia que tienen 20 o 21 años. Oyarzabal debutó con 17. Me da la misma ilusión que me generaron aquellos jugadores en aquel momento. Me están generando esa ilusión de decir: ¡Ostras! ¿Por qué no van a poder ser lo mismo que me pasó allí?”.

El objetivo en el Málaga está claro: crecer con la gente de la casa. Con los que ya están en el primer equipo como Kevin, Larrubia o Roberto; con los que están aterrizando como Murillo, Izan, Carlos López, Cordero u Ochoa y con los que están en el filial opositando a convertirse en carne del primer equipo en un futuro a corto plazo como Recio, Arriaza o Santaella, entre otros. Loren ya tiene un precedente al que agarrarse y ve perfectamente compatible la obligación de ascender con el concepto que quiere implantar en el Málaga: “Confío en ese modelo de confiar en gente joven que tiene cariño al club y sentimiento de pertenencia e identidad. Eso es lo que quiero imitar. Quiero intentar que el equipo se nutra de jugadores que quieran estar en el Málaga, que sean malagueños y que quieran estar aquí. Tengo claro que aquí hay que ascender. Ya sabemos que si el Málaga no sale de la Primera RFEF esto no vale para nada. Creo que este año vamos a pelear y vamos a tener opciones de subir. Y si no, el año que viene estaremos todavía mejor preparados, que es lo que quiero y lo que estoy haciendo con estas situaciones y renovaciones de jugadores. No tengo ninguna duda de que, a corto plazo, van a ser los que van a sacar al Málaga de esta situación. Este mundo es de intuiciones, apuestas y datos. Pero te tienes que mover. Es mejor equivocarte con gente joven que con otra de mayor recorrido”.

El camino está trazado. Ahora sólo falta lo más difícil: recorrerlo y llegar con éxito a la meta.

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