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Corino y Osorio lanzan Futevo: “Que el jugador mejore, sin prisas”

Enseñan los domingos en los campos del Zamudio con su escuela de fútbol. “Hace dos años teníamos ocho niños y ahora, 62″, subrayan orgullosos.

Corino y Osorio lanzan Futevo: “Que el jugador mejore, sin prisas”

El excentral del Athletic Sergio Corino y el polivalente técnico de San Ignacio Borja Osorio son los impulsores de la escuela de fútbol FUTEVO (Fútbol Evolution), focalizada en dotar de herramientas y mejora de futbolistas para tratar de alcanzar su techo en el mundo del fútbol. Entrenan todos los domingos, de 9 a 11 h., en el campo de Fútbol de Zamudio (Errekalde), con una estructura que crece con cinco formadores (Gorrochategi. Vidal y Barreras entre ellos) y un sexto para porteros incorporado recientemente. “Hace dos años teníamos ocho niños y ahora 62 (cuatro de ellas niñas, una de ellas ha fichado por el Athletic), con calidad de servicio”, matiza Corino, que abre el abanico “a niños con problemas o que está gordito, no se le cierra la puerta a nadie”.

Empezaron con carteles en los campos y recurriendo a Instagram para publicitarse en este nuevo proyecto. “Subimos los vídeos tal cuál, pero es una empresa de tecnificación. Saber lo que es un control, un pase, una transición. Son fundamentales los valores”, señalan como sus pilares fundamentales de su labor pedagógica. “Quieren aprender, es una gozada. Funciona el boca a boca, padres que ven la mejoría de otros compañeros”, desvela Corino, exzaguero de Espanyol, Real, Salamanca, Mérida y Rayo. Osorio fue el que le captó para apoyar su idea inicial: “Tuve una empresa de representación de futbolistas que se llamaba así (Futevo)”, aprovechando sus contactos en los cimientos del fútbol vizcaíno: “Me conoce mucha gente, hablé con Sergio del proyecto y decidimos seguir”, después de coincidir en las tertulias de Onda Vasca.

Corino desarrolla esta idea entre dos personas que han conectado: “A los dos nos ha gustado el fútbol, pero también priorizamos nuestras familias y el hecho que Borja había entrenado en Bizakaia y yo seis años en categorías inferiores, máximo con el Arenas Juvenil de Honor. No queríamos volvernos locos entrenando cada día y fines de semana”. Osorio secunda al exleón en su alocución: “No había dado con la tecla porque solo no te puedes meter en esta aventura por los problemas de campos. Soy un firme defensor para el desarrollo del talento de niños y niñas, que faltan horas de tecnificación”. Gestionó con el Zamudio para que les dejaba el domingo sus instalaciones. “Cada vez somos más en la familia Futevo”. Osorio reconoce que la imagen de Corino ayuda por su reconocido nombre: “Por mucha experiencia que yo tenga, el ir con una persona exfutbolista profesional, aparte de aprender mucho de él, es importante de cara a vender el producto al tener un referente”.

Corino y Osorio dan las claves de su particular campus dominical en Zamudio, que compaginan con sus actividades laborales de entre semana en tareas comerciales y de interiorismo, respectivamente: “Es fundamental dar un servicio, no es cuestión de número, sino de calidad. El estar al detalle, el máximo y desarrollar cada niño y niña. Nos gusta entrenar, de otra manera. Ser formadores, no buscamos los resultados, ni la estrategia, sino que los niños evolucionen. La premisa fundamental es que no elegimos a los jugadores, los jugadores nos eligen a nosotros, nos da igual la edad o la altura”, precisan. Manejan jugadores de niños desde los seis años hasta juveniles, 15 o 16, también con servicios de entrenamientos individuales. “Cada uno juega en su club, de unos 25 clubes diferentes. Hacemos nuestras evaluaciones. Los padres nos mandan vídeos de lo que hacen sus hijos y de lo que hacían antes, como dominar ambas piernas”. La idea de Futevo es ser complementario a los clubes: “No tienen capacidad de tener más gente para entrenar, no puedes atender a 20 niños corrigiendo”, deslizan.

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