Córdoba y Depor se inmolan

Córdoba y Deportivo se veían las caras en un duelo de todo o nada, de ganar para seguir en sus respectivas carreras o empezar a masticar la decepción a falta de cuatro jornadas para el final. El resultado fue un doble palo, porque el empate fue una condena por duplicado a los males de ambos equipos. Los andaluces se quedan a seis del playoff, con el partido del próximo miércoles ante el Racing de Ferrol en El Arcángel como último bote salvavidas al que agarrarse. Para el Depor, un nuevo fiasco fuera de casa en una jornada en la que ganaron Racing de Ferrol, Castilla y un Alcorcón, líder, que visitará Riazor con cuatro puntos de ventaja. Todo un partido en el que los coruñeses fueron mejores en primer tiempo y Quiles lo plasmó en el marcador. En el segundo fue el Córdoba el que mereció recompensa por su ambición ante un Depor que comenzó a guardar el marcador demasiado pronto. Las matemáticas todavía dejan abiertas puertas, pero para que Córdoba o Depor puedan cogerlas, muchos rivales tienen que patinar.

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La primera noticia del partido fue el once de Óscar Cano, que le dio una vuelta completa a la rotonda para suplir la ausencia del sancionado Lucas Pérez. Cambió de sistema, con solo dos mediocentros. Debut de titular de Arturo, que esperaba su día desde su fichaje en enero, acompañado por un Kuki Zalazar que no pisaba un once desde octubre. Toda una revolución. Las primeras pinceladas dibujaron un Depor más dominante con un triple aviso de Quiles ante un Córdoba de presión y juego largo con remates de Willy Ledesma, Javi Flores y Alberto como botín. Dos estilos con un mismo fin, ganar. El equilibrio lo rompió un exquisito pase picado de Mario Soriano por arriba para que Quiles, entrando en carrera, cabecease a la red ante la salida de Carlos Marín en el minuto 26. El gol bajó el ritmo del partido, con un los coruñeses minimizando riesgos por la ventaja en el marcador y los blanquiverdes más atascados porque tocaba variar el plan y proponer. Con estas variables, todo llano hasta el descanso.

El panorama en el segundo acto arrancó con los de Manuel Mosquera aceptando el peso del partido y subiendo una marcha en busca del empate ante un Depor excesivamente conservador que se olvidaba muy pronto de mirar la portería contraria. Y en el 59, en una falta sacada por Javi Flores que no acierta a despejar un Mackay obstaculizado, acaba dentro en una melé que tropieza en De las Cuevas. Mala suerte y castigo para la siesta visitante. El siguiente incidente fue una patada en la cara de Ekaitz Jiménez a Quiles al intentar despejar. El onubense, que era el mejor del partido, tuvo que dejarlo con la cara ensangrentada por una entrada sancionada con amarilla que para los herculinos era roja.

Deportivo

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El percance y el marcador hizo que Cano volviese a cambiar de sistema con la entrada de Rubén Díez y Svensson para recuperar el balón. Veinte minutos hasta el final y todo como al principio, empatado, lo que ninguno de los dos quería. El partido empezó a moverse entre la búsqueda de la victoria y el miedo a perder. En buscar rápido el área rival, pero sin descomponerse por lo que pudiese pasar y con la gasolina cada vez más justa. Con esos condimentos, como la mayoría puede suponer, ni goles, ni peligro claro ni premio para nadie.