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CANTERA BLANQUIVIOLETA EN AS

Chuki lidera una nueva revolución juvenil

El mediapunta brilla en un Real Valladolid Promesas en el que Garri y Koke han mostrado ser componentes de gran utilidad a pesar de su juventud.

Chuki lidera una nueva revolución juvenil
Real Valladolid

El Real Valladolid Promesas ha vuelto a encadenar dos victorias consecutivas y, más que eso, a encontrar un pico de fútbol alto en su triunfo contra el Marino de Luanco, uno que recuerda al buen hacer de las jornadas iniciales, cuando llegó a encadenar cinco victorias seguidas. Lo ha hecho, en parte, gracias a su revolución juvenil 2.0, ya que ante el conjunto asturiano participaron cuatro jugadores que se encuentra aún en esta etapa, tres de ellos, de forma activa y decisiva.

Garri y Koke actuaron en los laterales, mientras que Chuki fue el líder sobre el que se sustentó una de las mejores actuaciones de la temporada, si no la mejor, por parte de los pupilos de Julio Baptista. El mediapunta abrió el marcador y dio una asistencia, pero además se encontró cómodo apareciendo en multitud de zonas del campo, huyendo de la cal a la que su posición de ‘falso extremo’ le habría condenado de ser el modelo más rígido. Cuajó, a la postre, su mejor partido desde que juega con el filial, con permiso de su debut el pasado curso ante el Logroñés.

Favorecido por el sistema, un 1-4-4-2, pero en el que los extremos no fijaban por fuera, sino que aparecían por dentro, elevó sus prestaciones siguiendo lo que le había pedido su entrenador, que como este explicó en sala de prensa: “Le pedimos que ‘bailara’ jugando fuera y dentro. Cuando viniera dentro no le iban a seguir y le iban a dar libertad para conectase con delanteros y hacer lo que le gusta: meter pases de gol e interactuar con centro de campo y delanteros”.

El gol que hizo le mantiene como máximo goleador en solitario del Promesas, con cuatro dianas, una más que Pozo y que Cédric, que también marcaron. Dobla ya, con 90 minutos más que los jugados la pasada campaña, los dos tantos que anotó entonces, si bien partidos como el del sábado fijan las sensaciones por encima de los números: con ese nivel de fútbol, a buen seguro seguirá cerca de Pacheta, bajo cuyas órdenes volvió a estar en el amistoso de la semana pasada frente al Getafe tras hacer su debut en pretemporada.

En su segunda temporada con en el Real Valladolid Promesas, el mediapunta está siendo (siempre dejando a un lado a Fresneda, ya en el primer plantel) el gran exponente de quienes deberían estar jugando en juveniles pero, por su potencial, han dado ya el salto e instalado al filial en una media de edad menor a los 20 años en más de una jornada. A ello han contribuido las últimas fechas las titularidades de los otros dos mencionados, Garri y Koke, un año menores que Chuki.

Esto acontece de forma semejante a lo sucedido la temporada pasada, cuando el pico de mayor rendimiento llegó cuando se instalaron en el once, por sistema, tres juveniles, los que habilita la norma, hasta el punto de suponer la reglamentación un problema debido al buen nivel ofrecido por Aceves, Fresneda, Torres y Arroyo, principalmente, que tiraron del carro hsata permitir soñar con una permanencia, primero, difícil, y a la postre, inalcanzable en la Primera RFEF.

Así habló Baptista de sus ‘niños’

Chuki: “Tuve una conversación con él. Un jugador de ese talento no puede acomodarse y esperar vivir solo de ciertas jugadas. Tiene que ser un jugador mucho más determinante, el equipo necesita jugadores así y que cuando el balón pase por su pie pasen cosas importantes. Dentro de eso, vamos a poder progresar”.

Garri: “Tener jugadores en tu equipo con un nivel de interpretación defensiva tan alto como el suyo y el de Koke te da mucho. Son diferentes, pero los dos interpretan muy bien lo que tienen que hacer, saben cuándo tienen que saltar, cuándo quedarse... Garri ataca mucho más al espacio, consigue extenderse un poco más”.

Koke: “Con balón, si el equipo está en bloque alto y entra por dentro, conecta muy bien; tiene un pie increíble, consigue darnos solidez defensiva y a nivel de juego nos da muchas alternativas; nos permite tocar y estirar a los extremos. A nivel posicional utilizamos a cada jugador de la mejor manera posible”.