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CELTA FORTUNA | ENTREVISTA A CLAUDIO GIRÁLDEZ

“Benítez es muy cercano y nos va a venir muy bien a todos”

Claudio Giráldez, el técnico revelación de la pasada campaña en la Primera RFEF, analiza para AS el nuevo proyecto del Celta Fortuna.

Claudio Giráldez, entrenador del Celta Fortuna, junto a su ayudante Róber Fernández.
RC CELTA

Cuando Rafa Benítez ganó su primera Liga con el Valencia, Claudio Giráldez (O Porriño (Pontevedra), 1988) estaba en la ESO. Ahora, dos décadas más tarde, tienen en común algo más que haber jugado en la categorías inferiores del Real Madrid. Los dos comparten proyecto en el Celta y ambos entrenadores generan ilusión entre la afición. El madrileño ha tomado las riendas del primer equipo avalado por su extraordinario currículum y el porriñés continúa en el filial, ahora denominado Celta Fortuna, tras el magnífico trabajo realizado la pasada campaña.

¿Qué siente al tener justo en el escalón superior a un técnico con la trayectoria de Rafa Benítez?

Es un honor, uno de los entrenadores más influyentes durante los últimos 20-30 años en el fútbol mundial. Para los españoles marcó un poco el camino de salir a entrenar al extranjero y abrir nuevos horizontes. Hemos tenido la suerte estos días de haber mantenido una reunión con él. Vino el otro día hasta A Madroa y estuvimos hablando más de una hora. Mostró naturalidad y siempre se agradece que el entrenador del primer equipo esté pendiente de nosotros. Es una persona muy cercana y nos va a venir muy bien a todos los que estamos en el filial para aprender y empaparnos de una persona con tanto conocimiento del fútbol.

A sus 35 años usted es un entrenador muy joven, ¿trabajar mano a mano con Benítez lo considera como un máster?

Sí, aunque tampoco tenemos ninguna queja de los anteriores entrenadores. Con el Chacho estuvimos muy cómodos y con Carvalhal igual. Ahora viene un entrenador con mucho más nombre y títulos, pero hay que aprender de todos. En este caso vamos a conocer cómo trabaja uno de los entrenadores más importantes en la historia de España. Estamos encantados de tener en el Celta a un miura del fútbol mundial.

La pasada campaña, la de su estreno en el filial, se ganó la etiqueta de entrenador revelación. ¿Este verano ha notado que está de moda? ¿Ha tenido muchas llamadas de otros clubs?

Tenemos la suerte de contar con trabajo, que es importante en esto del mundo del entrenador. Yo tenía un año más de contrato si el club así lo estimaba y lo ha estimado. Es verdad que hay clubs que se han interesado y que me han llamado, pero yo estoy contento aquí y el club quiere que siga. No ha habido demasiadas dificultades para tener un verano lo más tranquilo posible, aunque resulta difícil desconectar entre el cierre de la temporada anterior y el inicio de la planificación del año siguiente en un verano en el que ha habido tantos cambios en el club. Todavía me ha tocado arrimar el hombro mucho más, estando aún más pendiente de la gestión. Hemos empezado la pretemporada con una plantilla bastante solvente. Estamos en el camino correcto.

¿El balance de la pasada temporada se puede resumir en que su equipo superó todas las expectativas?

Sin duda. Es muy difícil de repetir en una categoría como esta y con un equipo tan nuevo, debutando en Primera RFEF más del 60% de los jugadores. Era poco probable meternos en el playoff y quedarnos tan cerca de un ascenso a Segunda A. La temporada fue sobresaliente y terminé muy contento con el rendimiento del equipo, con la mejora de los jugadores, de la participación de nuestros futbolistas en el primer equipo y de que este año han saltado tantos al fútbol profesional. Destacar el respeto de la plantilla, del club y del entorno, algo difícil en el primer año de un cuerpo técnico en el fútbol sénior. Ojalá podamos seguir con esa dinámica.

De su gestión se destacó mucho la cantidad de cambios que realizaba de un partido a otro y la riqueza táctica. Eso contrasta con lo que había sido el filial en los años anteriores y parece que se desterró la idea de que el Celta B debía jugar siempre con el mismo dibujo que el primer equipo. ¿Cómo se gestionó esa transformación?

Esta es mi novena temporada en el club y siempre he sido bastante pesado con que, dentro de una misma idea de todos los equipos del Celta, está bien que haya distintas lecturas y sistemas. Eso es cultura táctica para el futbolista, le da recursos. Recuerdo que hace años siempre se jugaba 4-3-3 y al final un pivote no sabe convivir con otro, un central está acostumbrado a tener sólo a otro al lado y un lateral a jugar con un extremo por delante. En Primera División es muy difícil que un entrenador se mantenga diez años en el cargo, lo estamos viendo en el club que hay cambio prácticamente cada año, y tienes que tener una visión más holística de lo que es el fútbol. Dentro de la idea del club, de ser protagonistas y ambiciosos, yo intento transmitir que tengamos distintos sistemas y maneras de afrontar los partidos. Sobre todo, que el jugador piense e interiorice lo que le vamos pidiendo desde una idea de común. El camino es lo suficientemente claro, pero es ancho, como para que puedan entrar las distintas maneras de entender el juego.

Otra novedad de su método es el relevante papel que en su cuerpo técnico desempeña la psicóloga.

Creo mucho en la figura del psicólogo dentro del equipo, a todos los niveles. Es importante a la comunicación entre el jugador y el cuerpo técnico, de cara a la coordinación del cuerpo técnico, a la comunicación en los medios y con el club… Al final es una persona encargada de anticipar problemas que pueda haber y de intentar mediar. No es una persona directamente vinculada a lo que tiene que ver con el fútbol, pero sí a mejorar el ambiente del grupo y el rendimiento del jugador y del cuerpo técnico desde la cabeza. Yo creo que la cabeza es la clave de todo en la vida. Tengo la suerte de que Laura Centoira lleva mucho tiempo trabajando conmigo y confío mucho en ella. Tiene una habilidad social superior a lo que yo me he encontrado en otra gente en este tipo de puestos. Es uno de los elementos más importantes de nuestra manera de trabajar.

¿Qué espera de Miguel Román, el último fichaje del Celta Fortuna?

Es un jugador de aquí, que por un motivo u otro nunca había estado en el club. Este año tenía muchas novias, pero se decantó por nosotros y creo que es un buen paso para él. Por desgracia el Pontevedra bajó, pero él demostró que tiene nivel para esta categoría o para algo más. Nos puede aportar mucho y nosotros a él. Queríamos incorporar a un futbolista en el centro del campo y él era el ideal.

¿Queda mucho por fichar o tiene la plantilla bastante definida?

Algún retoque. Estoy tranquilo porque tenemos un equipo bastante compensado en todas las líneas. Está claro que tenemos que firmar a un delantero, sí o sí. Hasta el momento hemos incorporado a cuatro jugadores, más la vuelta de Alfon, y con dos o tres como mucho cerraremos el capítulo de fichajes. El año pasado pagamos al principio el peaje de tener mucho jugador nuevo. Por suerte, tenemos una buena salud en la cantera. Debemos tener muy claro que los objetivos deben ser tener el mayor número posible de jugadores de la casa y salvarnos. Sabemos que esta competición es muy dura y si el año pasado no llegamos a espabilar en noviembre-diciembre lo hubiésemos pasado muy mal.

¿Está de acuerdo con que la nueva distribución geográfica de la Primera RFEF convierte al Grupo I en más asequible?

Estoy de acuerdo con que es más cómodo… para viajar. Estoy a favor de esta distribución porque creo que el clima se asemeja más. La pasada campaña hubo seis o siete partidos que salimos de Vigo a 10 grados y al día siguiente jugamos en el sur a 25 o 26 grados. Se marcaba una diferencia grande entre el equipo local y el visitante. En segundo lugar, por los desplazamientos. Hay muchos más vuelos con Barcelona que con Málaga o Sevilla. Todo va a estar mucho más parejo. En cuanto a nivel, todos los equipos de esta categoría son complicados y están híperpreparados. Si te hablo de nombres, en nuestro grupo también los hay: el Lugo y la Ponferradina vienen de estar muchísimos años en Segunda División; Nástic, Sabadell y Real Unión, que estaban hace nada en Segunda A; tenemos al Barça B y al Dépor; campos muy complejos como Tarazona, Teruel y Arenteiro; la Real Sociedad B que viene de jugar el playoff; el Logroñés… Es un grupo difícil y parejo.