Barbero lidera al ciclón Depor

El Deportivo ha entrado en ebullición. Las dudas y atascos son pasado y ahora los de Idiakez son un equipo de convicción inquebrantable y un juego fluido en el que todas las piezas rinden lo que se esperaba de ellas, o incluso más en algunos casos. Lucas Pérez maneja los partidos a su antojo sumando goles y asistencias, Mella es imparable por la banda derecha, la defensa una roca impenetrable, Barbero un ‘nueve’ con todos los números, letras y goles. Tres partidos de titular desde su lesión, dos goles en los dos primeros y hat-trick ante su exequipo en un cruel regreso a Tajonar. Exhibición coruñesa para sumar su sexta victoria consecutiva, algo inédito desde el descenso, y situarse a un solo punto de la Ponferradina en una épica remontada que tiene pinta de no haber concluido. Todo ante un Osasuna Promesas con bajas en ataque importantes que no tuvo ni opción de competir el partido. Recital blanquiazul que todavía tiene más mérito por lo complicado del estado del campo tras el diluvio caído. Un despliegue total de un equipo al que no frenan los elementos y que lleva 17 goles en los últimos cuatro partidos; una barbaridad.

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Los coruñeses saltaron a Tajonar con el once esperado en el que Barcia era la única novedad y conociendo el patinazo del Nàstic en su propio estadio. Con ese caramelo y un campo que empezaba a encharcarse, el Depor salió convencido y en los tres primeros minutos Mella ya había obligado a Stamatakis a intervenir en dos ocasiones. Ya no perdonó la tercera Barbero en el minuto siete en un perfecto movimiento de ‘nueve’ en el área en un Tajonar que el año pasado lo disfrutaba y ahora lo sufría. A pesar del gol, los coruñeses no levantaron ni un mínimo el pie del acelerador y en el 18′ llegó el segundo. Ximo, que pudo partir en fuera de juego, rompió por sorpresa por la banda del desesperado Dufur para llegar a línea de fondo y asistir a un Barbero que definió con la paciencia infinita de todo buen delantero. Diluvio en el cielo navarro y ciclón coruñés por dominio, juego y goles.

A la media hora, y con el campo cada vez más impracticable por la lluvia caída, Osasuna Promesas comenzó a despertar y meterse en el partido. A empezara ser capaces de encadenar pases y conseguir romper líneas que hasta ese momento eran un muro infranqueable. Eso sí, todo el trabajo de Germán se limitaba a estar atento y seguro en los balones que llegaban centrados a sus dominios sin demasiadas opciones para los atacantes rojillos. La mala noticia para los coruñeses llegó en forma lesión cuando Balenziaga tuvo que pedir el cambio para que entrase Jaime y Ximo cambiase al lateral izquierdo. Al primer tiempo todavía le faltaba la magia de Yeremay, que tras una jugada de equilibrista en la línea de fondo, sirvió para que el recién entrado Jaime rozase el tercero.

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El mal primer tiempo hizo que Castillejo moviese piezas en el descanso realizando un triple cambio en busca de una reacción, pero era misión imposible porque en el minuto 47′ Barbero cerró su impresionante regreso a Pamplona al firmar un hat-trick. Esta vez fue tras una asistencia centrada de Lucas Pérez, que el delantero almeriense picó con delicadeza. Por si fuera poco, diez minutos después el colegiado pitó un discutido penalti sobre Yeremay que Lucas Pérez transformó con una seguridad insultante. Si no estaba todo resuelto en los 20 primeros minutos, estos dos goles disipaban cualquier tipo de remota duda. De ahí hasta el final Osasuna Promesas sacó el orgullo en busca de su gol e Idiakez aprovechó para sumar minutos en su segunda unidad, que aunque no excesivamente amplia, si muy enchufada. La superioridad fue tal que incluso la sintió el colegiado Pardeiro Puente, que en estos tiempos de partidos de 100 minutos no prolongó ni uno.