Arnau Ortiz quiere la corona
El Atlético Madrileño mantiene el liderato con un gol de penalti del extremo. El Alcorcón apretó al final, tras jugar con uno menos desde el minuto 21.
Un Atlético Madrileño con paso de líder. El filial colchonero encabezará una semana más el grupo 2 de Primera RFEF con su séptima victoria en las últimas nueve jornadas. El equipo de Fernando Torres tomó Alcorcón con su receta del éxito, presión alta, vuelo por las bandas y Arnau Ortiz viendo puerta una semana más. El equipo local fue encadenando infortunios hasta verse en el descanso con un gol de penalti en contra en el añadido, dos ventanas de cambios realizadas, las dos revisiones de FVS perdidas y la expulsión de Javi Pola por frenar a Miguel Cubo con un agarrón cuando se marchaba ante Ayesa en el minuto 22.
El delantero de 17 años, en su primera titularidad, era una de las pocas novedades con las que salía el Atlético en el Santo Domingo. Sin Omar Janneh, por acumulación de amarillas, el otro cambio llegaba en la portería por la ausencia de un Esquivel citado por la Selección Sub-21. Resolvió bien bajo palos De Luis un partido donde ya dominaban los rojiblancos en igualdad numérica. Ya había probado dos veces Arnau los guantes de Ayesa antes del minuto 20. Y después lo haría Boñar por partida doble, Rayane y los constantes centros para convertir al guardameta en el valladar del Alcorcón.
Hasta que tanto fue el cántaro a la fuente que se rompió. La mano de Iván Pérez para repeler el tiro a puerta de Arnau y el penalti que desatascaría todo. El central, cambio de emergencia por la expulsión de Pola, defendía una inocencia que no compraba el colegiado ni tras acudir al monitor. La mano era clara, arriba y cortando el tiro. Las revisiones no eximían a ninguno de los centrales de sus errores y el Alcorcón se quedaba sin opción de FVS para la segunda mitad.
No le perdería la cara al partido el equipo local en la inferioridad. Con Ayesa de nuevo agigantado para evitar el segundo rojiblanco, primero a Morcillo, luego a Arnau, los alfareros comenzaron a creer en que Vladys se crease una ocasión de la nada. Que un córner acabase en premio. La obligación del marcador en contra hacía crecer al Alcorcón y comenzaba a generar miedo y runrún en la defensa rojiblanca. Incluso un disparo lejano de Borja obligó a dejar la palomita a De Luis para que no se le escapase el partido a los de Torres. Y la tuvo Iván Pérez en los últimos instantes cabeceando muy centrado. El partido ya era de supervivencia para el Atlético, que no había sabido matarlo a tiempo. Sufrió, sí, pero la victoria no se le escaparía. La cuarta en las últimas cinco jornadas de visitante. El que era su lunar ahora es fortaleza. Para mantener el liderato. La corona de primer clasificado continúa siendo colchonera.
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