Arbeloa-Torres, más que un miniderbi

El Madrid de Arbeloa contra el Atleti de Torres. Líder rojiblanco ante perseguidor blanco. Sólo cuatro puntos de diferencia tras la remontada madridista. De estar a once en noviembre a enlazar doce victorias consecutivas en Liga. Los blancos llegan con sangre en el ojo por el revés europeo tras dominar al Milan y ver cómo la lotería (de los penaltis) no siempre toca. Los colchoneros, con la posibilidad de asestar un golpe definitivo al campeonato en tierra hostil que parecía sentenciado meses atrás y ahora peligra. Y aún colea la pelea entre Arbeloa y Torres que terminó con el rojiblanco expulsado el curso pasado. Aunque dos horas antes se disputará en el Cerro el de filiales (Atleti B-Castilla), este miniderbi tiene todos los ingredientes para quitarle el prefijo al partido y ponerle mayúsculas al partido.

En ese camino hacia la recuperación, Arbeloa ha recuperado para la causa a Iker Bravo (un gol cada 86′ en sus últimos 16 duelos, 17 en total en la temporada), manteniendo el olfato de su pichichi Hugo de Llanos (20 tantos), y se ha solidificado una zaga donde brilla Joan como mariscal, Jacobo es duda por un golpe en la cadera y Yusi y Fortea lucen como laterales con alma y desborde de extremos. Con un Pol Fortuny, que ha vuelto tras su rotura de cruzado con el colmillo (doblete al Numancia) y la confianza intactas, como gran fichaje para este tramo final. Y con la necesidad de pegar una dentellada al máximo rival para buscar el rezo en las seis jornadas posderbi.

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Fue un varapalo enorme, muy duro, para los chicos de Arbeloa el sufrido en el Centro de Vismara milanés. Tras dominar, los penaltis fueron una lotería injusta y sin premio. Fue otro trofeo que se difuminó tras una Copa que desapareció de manera similar. El Espanyol también asestó un golpe sobre la bocina donde el resultado no reflejó el juego, pero el fútbol no se mide por merecimientos. Por eso este encuentro adquiere dimensiones titánicas.

Aunque el Atleti, tras perder vuelo, lo ha recuperado aferrado a Rayane Belaid, su gran estrella (marcó en el derbi de ida ganado por los rojiblancos, hizo cuatro tantos en la Youth y acaba de debutar con el B), con llegada regate y técnica, y a Spina, el central al que más confianza profesa Simeone. Sin olvidar un Darío Frey que, desde su posición de ancla, será fundamental para tratar de desarticular el fútbol ofensivo que propondrá el equipo blanco. Última bala (penúltima para uno de ellos, pues el ganador luchará por la Copa de Campeones) para ambos. Para poder tocar metal tras quedarse sin Copa y sin Youth (los de Torres cayeron, respectivamente, en octavos ante el Levante y en dieciseisavos frente al AZ).

Los de Fernando Torres paladeaban la conquista de este grupo 5 de División de Honor, pero ahora visitan el Campo 7 de Valdebebas en serio riesgo de perderla en la ‘zona Cesarini’. Eso sí, un resultado positivo, empate incluso, sería un mandoble casi definitivo al campeonato por parte de los colchoneros. Es lo que quiere evitar Arbeloa, evitar que Torres festeje antes de tiempo y apurar la última bala de su temporada. Y quien sabe si de su paso por el Juvenil. El banquillo del Castilla, siempre supeditado a la decisión de Raúl, aparece en su horizonte...