Aprobados y suspensos del Depor: Dimisión inexplicable
El equipo blanquiazul bajó los brazos ante el Real Unión al mínimo golpe y completó un ridículo espantoso que tira por tierra toda la reacción de las últimas semanas.
Mackay: Pudo hacer más en el primer gol y se mostró muy nervioso durante toda la primera parte. Ya con el 3-0, evitó varios goles más.
Paris Adot: Desastroso partido del lateral, coronado por un incomprensible gol en propia puerta cuando tenía todo de cara para despejar.
Pablo Vázquez: Se contagió de sus compañeros y tampoco supo mantener la calma. Superado por la situación.
Pablo Martínez: Demasiado revolucionado. Pecó de impetuoso en la jugada del tercer tanto cuando tenía margen para recuperar la posición.
Balenziaga: No pudo ser peor su regreso a la titularidad. Sin ritmo y un chollo para el Real Unión durante todo el encuentro.
José Ángel: Horrible partido del andaluz, al que también se le vio pasado de vueltas.
Salva Sevilla: Trató de poner pausa y tranquilizar, pero acabó pasándole el partido por encima.
Villares: No se encontró cómodo en ningún momento, acabó sustituido.
Hugo Rama: De los pocos que tuvo la intención de jugar. Se movió bien entre líneas y buscó socios. No los encontró.
Lucas Pérez: Debe ser el faro, incluso en días como hoy. Pero lejos de ser solución, es una parte más del problema. Sólo balón parado.
Martín Ochoa: No fue su mejor día. Estuvo poco asistido, pero tampoco encontró el espacio en varios balones que rondaron el área.
Los cambios
Davo: Salió ya con 3-0 y no aportó nada diferente a los que estaban en el campo.
Ximo: Relevó a Balenziaga en la izquierda. El partido ya estaba resuelto.
Valcarce: Irrelevante.
Cayarga: Pasó inadvertido.
Rubén: Debutó con el Depor en los últimos minutos.
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