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REAL MADRID

Algo falla en el Castilla

El filial evade la palabra ‘crisis’, pero la dinámica preocupa. Sólo una victoria en cinco partidos y diez goles en contra. Aún no ha ganado en casa y el descenso asoma (sólo 2 puntos).

Madrid
Algo falla en el Castilla
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Hace 107 días el Castilla se quedaba a seis minutos de Segunda División. Soñó, acarició el cielo y despertó con crueldad. Hoy, sólo 107 días después, está a dos puntos del descenso. Sacar conclusiones de clasificaciones, cuando hay tan pocos puntos sobre la mesa, tiende a ser un trampantojo. Pero los resultados, como el algodón, no engañan. Y ya preocupan. La situación no es dramática y tampoco invita a volantazos, pero sí inquieta. Porque el Castilla no arranca. Ha entrado en un atolladero y por más que lo intenta, no sale. Algo está fallando en un proyecto que ya ve el ascenso directo como una quimera... y sólo estamos en octubre.

Álvaro Rodríguez se lleva las manos a la cabeza ante el Melilla.
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Álvaro Rodríguez se lleva las manos a la cabeza ante el Melilla.Juan AguadoDIARIO AS

Pero así es la categoría, tan exigente como una maratón. Dos kilómetros de flato y ya te descuelgas de la cabeza. Se pone todo en peligro. Ahora mismo el liderato queda a 11 puntos del filial, que más allá de recortárselos al Castellón, debería adelantar a otros doce rivales. Mucha faena. Los mapas más realistas empiezan a trazar caminos al playoff, a seis puntos. Viable, pero urgente de una reacción. Raúl busca la tecla que encaje el engranaje de un equipo huérfano de cuatro pesos pesados (Rafa Marín, Dotor, Álvaro Martín y Arribas). Tal vez acusándolo más de lo que se esperaba.

La sensación de inquietud es inevitable: sólo una victoria en los últimos cinco partidos (0-1 al Mérida). El navío de Raúl hizo aguas en Linarejos (2-1) y encalló en el mini derbi (2-2, un partido que parecía ganado y también acabó en jarro de agua fría). Tras el oasis del Romano, dos duros varapalos: 1-2 en casa ante el Recre... y derrota por 4-1 en Castalia. Un único triunfo en cinco jornadas (diez goles encajados). Cuatro puntos de 15 posibles. Y sólo una portería a cero en lo que va de curso. Alerta.

¿Qué falla?

La radiografía invita a revisar tres cosas. La primera, el esquema. La que salpica a Raúl: su invento con Pujol como pivote no termina de funcionar. El técnico ha abandonado este curso la defensa de cinco para jugar con algo que se parecería mucho a un 4-1-4-1. Línea defensiva tradicional, un central reconvertido al eje, una línea de ‘magos con libertad para moverse’ (Manuel Ángel, Nico Paz, Gonzalo...) y un único punta. En esto último también hay una posible discrepancia: Raúl está ubicando a Gonzalo, el gran goleador de La Fábrica, en la banda izquierda; un rol muy diferente al que tenía en el Juvenil A, donde ejercía de nueve al uso.

Raúl, en Castalia.
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Raúl, en Castalia.

Pero más allá del esquema, la lupa apunta a la solidez defensiva. “Tenemos que ser más competitivos, hemos cometido errores que no se pueden cometer”, apuntó el técnico tras la primera jornada. Y es que la zaga continúa siendo un muro con visibles puntos débiles: Vinicius Tobias, Carrillo, Asencio, Marvel... no parece una cuestión de un nombre propio, sino generalizada. Sin contundencia, en una categoría así, es imposible llegar lejos. Porque la contundencia es el primer mandamiento de esta categoría.

Y de ahí, al tercer punto: madurez, veteranía, experiencia. Algo que sólo se puede trabajar con minutos y paciencia. El peaje de la política de ‘fichajes cero’ que adoptó el club este verano (el anterior llegaron Leiva, Noel López e Iker Bravo). La generación del Juvenil A, campeona del Triplete, reluce como pocas y se ha apostado por ella sin titubeos. Pero a las perlas no les queda otra que aprender a competir en una categoría superior... directamente compitiendo. Curtirse en el ring. Fallando y corrigiendo. Encajando golpes.

Recuperar el Di Stéfano

La buena noticia para el filial, o tal vez la mala, es que le viene una racha de mucho Di Stéfano: tres de los próximos cuatro partidos serán en casa, donde todavía no ha ganado. De ahí la nota negativa. Lo que una vez fue un fortín (el curso pasado llegó a ser el tercer mejor local de la categoría), ahora es una espina clavada (cuarto peor del grupo). El pinchazo ante el Melilla, el del mini derbi y por último, la derrota frente al Recre. Dos puntos de nueve. Enderezar el rumbo pasa por enderezar los cimientos de lo que debe ser una fortaleza. Raúl lo sabe, se lo ha transmitido a sus jugadores. Que todo debe empezar este domingo. Arreglar lo que falla en un Castilla que no arranca. Y que en 107 días ha pasado de acariciar el cielo, a sentir el calor del infierno.

Estadio Alfredo Di Stéfano, visto desde un córner.
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Estadio Alfredo Di Stéfano, visto desde un córner.Getty Images

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