Los Williams son infinitos
Nico fuerza dos penaltis e Iñaki vuelve loca a la defensa en un partido en el que el Betis se adelantó con 0-2 y luego recibió cuatro goles.
La locura se instaló en San Mamés en la noche que ponía el colofón a una semana de fiestas que ha desmadrado a la ciudad del Guggenheim. De perdidos al río, interiorizó la tropa de Valverde. De manera increíble, el Athletic dio la vuelta a un 0-2 en 42 minutos, frente a un Betis algodonoso en defensa. ¡Qué blandura! Nico Williams se puso al volante y relanzó a un grupo al que le había pesado mucho otro mal inicio de partido. Forzó dos penaltis como los jugadores de baloncesto abren la caja de trucos para arrancar una falta personal a sus pares. Se tuvo que aliar con el VAR, eso sí.
Primero en una pelota profunda en la que Rui Silva salió a su paso y el extremo internacional arrastró ligeramente la pierna para buscar el contacto. Lo cierto es que parecía evidente que había un fuera de juego previo, pero hoy en día te dejas una uña larga y te puede condenar una línea trazada con escuadra y cartabón. La maquinilla que todo lo sabe delató que Pezzella tenía un pie habilitando a Nico cuando su hermano le metió el pase al espacio. Lanzó la pena máxima Vesga con frialdad a la izquierda del portero.
No contento con eso, el 11 quiso apostar por otra pena máxima y en una internada, esta vez por la izquierda, le rascó Guido con su bota en el tobillo. Otra vez a consultar el monitor a pie de campo. Hasta el busto de Pichichi, a escasos metros, parecía cobrar vida ante la perplejidad de semejantes escenas. Soto Grado calcó la decisión. Nico, el árbitro... y Vesga en una película con reposición. Gol por el mismo sitio desde el punto fatídico.
El Athletic echó mano de algo que tanto le recriminaron y reclamaron en el estreno de Liga ante el Madrid: fe, acoso y derribo con tiros a puerta. Metió el pulso en una batidora de ritmo, fue vertical y fijó la intensidad en once en una escala de cero al diez. Vale el fin, da igual los medios, el fútbol para otro rato. En una jugada a trompicones, con un balón que parecía desganado para ir a la raya de meta, Iñaki peleó con la fe de mil ejércitos y dio un pase a la zona de muerte: el corazón del área. Ahí apareció Guruzeta para obrar el milagro: 2-3.
El descontrol aniquiló al Betis. El coraje rojiblanco barrió el fútbol sedoso, con diagonales y profundidad de los verdiblancos. Si a estos se les mete en el área propia se convierten en un grupo muy mediocre. Y eso que empezaron por todo lo alto. William José fue el verdugo en mayo de un partido que acabó con 0-1. Ni rompió a sudar cuando anotó en el minuto seis. Esta vez madrugó aún más: tras una jugada en la que los leones mostraron demasiada bondad en zonas críticas del campo, disparó a la red a los 120 segundos de juego. Igual va en la nómina ese rápido zarpazo. Cada cambio de sentido descolocaba a los locales.
El segundo tanto fue una exquisitez de Isco, que campaba a sus anchas. Eficacia absoluta de los chicos de Pellegrini, frente a un amanecer de ineficacia bilbaína: balones al palo de Vivian y Muniain, gol anulado por fuera de juego de Iñaki... Tras ese rápido desequilibrio, llegó la tormenta liderada por los truenos de Nico. Y se pudo ver de nuevo a un Iñaki infinito por la banda. ¡No lo saques de esa orilla nunca Txingurri! No hubo mucho más que contar. Si acaso, la puntilla de Unai Gómez. Y el regreso de Yuri a la competición tras su grave lesión en el peroné del año pasado. O la ovación a Borja Iglesias tras posicionarse contra Rubiales haciéndose invisible para la Selección. También a Villalibre, por otro motivo, simplemente porque se le ama al chaval. Cuando el Athletic juega a que pasen pocas cosas suele estropearlo, pero esta vez eso también le salió de fábula. Ahí se despidió un partido casi gemelo con aquel 4-4 del 13 de febrero de 2005, cuando el Betis empezó con 0-3. Los leones al fin se muestran solventes en casa, que ya iba siendo hora. Primera vez que se remontan dos goles en el nuevo San Mamés en Liga. Eso siempre arroja mucha luz y confianza para lo que queda. Cuando hablan los Williams se callan todos. Hasta se apaga la llama del lío en la RFEF. Los gritos de ’Rubiales vete ya’ y ‘Corrupción en la Federación’, más una pancarta con el nombre de Rubiales tachado por aspas en rojo dejaron paso a la noche de gloria de los hermanos diabólicos.
- 1 Unai Simón
- 15 Lekue
- 3 Daniel Vivian
- 4 Aitor Paredes
- 19 Imanol Garcia (65')
- 10 Muniain (65')
- 16 Ruiz de Galarreta (84')
- 6 Vesga x2
- 9 Williams
- 11 Nico Williams (74')
- 12 Guruzeta (65')
- Banquillo
- 24 Javier Martón
- 29 Malcom Adu
- 14 Dani García (84') SC
- 30 Unai Gómez (65')
- 7 Berenguer (65')
- 27 Unai Eguíluz
- 20 Villalibre (74')
- 33 Benat Prados
- 22 Raúl García
- 13 Julen Agirrezabala
- 17 Yuri (65')
- 21 Ander Herrera
- 13 Rui Silva
- 6 Pezzella -
- 23 Sabaly
- 20 Abner (57')
- 19 Luiz Felipe -
- 10 Ayoze Pérez
- 24 Aitor Ruibal (56')
- 5 Guido Rodríguez (64')
- 21 Marc Roca (73')
- 22 Isco
- 12 Willian José (73')
- Banquillo
- 28 Chadi Riad
- 3 Juan Miranda (57')
- 18 Guardado (73')
- 17 Rodri (56')
- 4 Paul Akouokou (64')
- 30 Francisco Vieites
- 27 Sergi Altimira
- 9 Borja Iglesias (73') -
- 15 Bartra
- 16 Juan Cruz
- 2 Héctor Bellerín
Cambios
Rodri (56', Aitor Ruibal), Juan Miranda (57', Abner), Paul Akouokou (64', Guido Rodríguez), Alex Berenguer (65', Gorka Guruzeta), Yuri Berchiche (65', Imanol García de Albéniz), Unai Gómez (65', Iker Muniain), Borja Iglesias (73', Willian José), Andrés Guardado (73', Marc Roca), Asier Villalibre (74', Nico Williams), Dani García (84', Íñigo Ruíz de Galarreta)
Goles
0-1, 1': Willian José, 0-2, 9': Isco, 1-2, 29': Vesga, 2-2, 44': Vesga, 3-2, 52': Guruzeta, 4-2, 83': Unai Gómez
Tarjetas
Arbitro: César Soto Grado
Arbitro VAR: Carlos del Cerro Grande, Álvaro Granel Peiró
Guido Rodríguez (43',Amarilla) Abner (47',Amarilla) Aitor Paredes (58',Amarilla) Ruiz de Galarreta (60',Amarilla) Vesga (78',Amarilla) Berenguer (90',Amarilla)