Lewandowski, un ‘traidor’ vuelve a casa

En el verano de 2010, el Borussia Dortmund fichó por 4,75 millones de euros a un delantero polaco procedente del Lech Poznan. Una decisión que sorprendió a los aficionados, que creían que con Lucas Barrios, futbolista argentino pero internacional por Paraguay, daban por descontado que la posición de ‘9′ estaba bien cubierta. En la temporada 09-10, Barrios marcó 33 goles en la Bundesliga para el Dortmund. La llegada de un polaco de 19 años llamado Robert Lewandowski no parecía una amenaza para el delantero sudamericano. Pero el polaco le comió la tostada y en cuatro años se hizo el ídolo del Westfalenstadion hasta que sin dejar un euro en caja se fue al Bayern de Múnich (el equipo junto al Schalke 04 más detestado en la ciudad) y luego los crucificó a goles. El miércoles, Lewandowski regresa al campo donde llegó siendo un desconocido, luego fue un ídolo y ahora es un traidor.

El joven Robert, nada más llegar a Dortmund, se comió con patatas a Lucas Barrios. Empezó siendo suplente, pero el 19 de septiembre de 2010 marcó su primer gol para el Borussia. Y no fue contra cualquier rival. Se lo marcó al Schalke, el máximo enemigo del Borussia. La afición empezó a fijarse en ese espigado delantero que el prometedor entrenador del Dortmund, un joven llamado Jürgen Klopp, intentaba hacer jugar como mediapunta para poder encajar a Barrios y a su nuevo fichaje. Al final, la lógica se impuso y Barrios acabó haciendo las maletas para irse a China por un pastón y dejar el campo libre a Lewandowski. Mal no le ha ido en el fútbol a Barrios que ha jugado en 19 equipos en su carrera, algunos más de una vez. A saber: Argentinos Júniors, Tigre, Temuco, Tiro Federal, Cobreloa, Atlas, Colo-Colo, Borussia Dortmund, Guangzhou Evergrande, Spartak de Moscú, Montpellier, Palmeiras, Grémio de Porto Alegre, Huracán, Gimnasia y Esgrima, Defensa y Justicia, Patronato, Trinidense y Luqueño.

La salida de Barrios no causó nunca en Dortmund tanta desilusión como la de Lewandowski. El argentino-paraguayo se fue de Alemania para fichar por un equipo chino 8,5 millones en caja por el traspaso, el doble de lo que había costado. Lewandowski se fue al Bayern, algo imperdonable para la afición del Dortmund y encima no dejó ni un euro en caja. Acabó el contrato y se fue al equipo que además la temporada anterior les había derrotado en la final de la Champions. Eso, en Dortmund cuesta de olvidar. Aun así, en el Borussia nadie niega los méritos futbolísticos del actual delantero del Barcelona, que nunca bajó de 40 goles en las cuatro temporadas que jugó para los de Dortmund.

En la temporada 10-11 marcó 9 tantos, en la 11-12, 30; cifra que superó en su tercera temporada con 36. El año en el que ya se daba por hecho que no renovaría y se iría al Bayern marcó 28. En total, 103 goles en 187 partidos. Una hoja de servicios impecable, pero que no ha calado en una afición que sigue dolida con él. Especialmente porque cuando se fue al Bayern de Múnich fue un martillo para su exequipo. Les marcó 27 goles en 26 enfrentamientos directos. No es nada raro que le tengan pelusilla.

Hace poco se supo que la directiva de la época viendo que era inevitable que su estrella se fuera a reforzar a su máximo competidor, se lo ofreció al Real Madrid, pero Florentino Pérez no se decidió a apostar por el polaco. En 2008, cuando jugaba en el Znic Prusköv de Tercera polaca, su agente, Cezary Kucharski lo ofreció al Sporting de Gijón por 380.000 euros y la junta asturiana no vio clara la operación. A última hora se echaron atrás cuando parecía ya todo atado. El miércoles, Lewandowski vuelve a su casa, donde le admiran por sus números, pero no le tienen el más mínimo cariño

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