Lázaro Vinicius enseña la permanencia al Almería
El brasileño estrena su titularidad en el Mediterráneo con un triplete en menos de una hora que proyecta a su equipo a los 39 puntos. Un flojo Mallorca se queda casi sin opciones de Europa.
Si el fútbol es un estado de ánimo, nadie mejor que Lázaro Vinicius para definir un partido marcado en rojo para el Almería. El jeque desembolsó siete millones de euros el pasado estío por un extremo brasileño de 20 años sin experiencia en el viejo continente, apuesta similar a las de Darwin Núñez, Umar Sadiq, El Bilal Touré o Lucas Robertone. No había sido titular aún en el otrora Estadio de los Juegos Mediterráneos, su fichaje fue cuestionado hasta hace poco, pero en un día clave se convirtió en el ídolo de la parroquia almeriense para darle a su equipo un triunfo vital hacia una permanencia que puede ser matemática el próximo martes. Si todo lo que pasa conviene —máxima defendida por Del Bosque, pero aún con muchos ateos—, a Rubi no le vino mal la baja de última hora de Baptistao por una dolencia en el tobillo. Terminó por darle la oportunidad a Lázaro Vinicius y éste no la desaprovechó.
El carioca fue el más listo de la clase en el primer gol. Era el minuto 12 y Luis Suárez remató en una segunda jugada tras un saque de esquina. El disparo del colombiano cayó a las botas de Lázaro Vinicius que estuvo en el momento y espacio exactos para remacharlo a las mallas. En el segundo aprovechó el ángel que tiene ahora para dar un golpe al Real Mallorca justo antes del descanso. El centro-chut de Embarba rebotó en Dani Rodríguez, volviendo a parar el esférico en el imán de un Lázaro Vinicius que la enganchó con potencia al palo derecha de Rajkovic. El tanto fue un jarro de agua fría para los visitantes, que habían reclamado instantes antes un agarrón de Muriqui dentro del área de penalti.
El brasileño no fue la única novedad en el once de Rubi, entrando Samu Costa por De la Hoz, mientras que el de Aguirre dispuso tres novedades, todas ellas, obligadas por lesión (hasta seis bajas en este sentido para los baleares). Antonio Sánchez, Hadzikadunic y Dani Rodríguez fueron las entradas de un Real Mallorca que comenzó asustando con Kang-in Lee al espacio. El surcoreano fue el más destacado de los visitantes, a quienes no le dio con tener a uno de los mejores futbolistas del campeonato para puntuar en Almería. Y eso que pudieron adelantarse en el minuto 4 en una rápida transición en la que el asiático se quedó solo ante Fernando tras ganarle la partida a la zaga rojiblanca, errando en la definición.
El 1-0 frenó la energía de los mallorquines y espoleó al Almería, que tuvo más el balón para defenderse con él. Al Real Mallorca le costaba llegar y si lo hacía, era sin contundencia, como la falta lejana botada por Kang-in Lee —quién si no— y cabeceada por Valjent, a las manos de Fernando. Viendo que no le llegaba, Aguirre movió el árbol con un triple cambio en el 55′, entrando Grenier, Gio González y Kadewere para pasar a defensa de cuatro y ser más ofensivos. No dio tiempo a ver esa posible reacción, matando justo entonces Lázaro Vinicius el partido. Había tenido el triplete tras la reanudación en un envío de Robertone, que recogió para plantarse en el área de penalti, empero la mandó a las nubes cuando estaba solo ante Rajkovic. No perdonó en el minuto 58. Luis Suárez se marchó por velocidad de Valjent en la banda derecha y asistió al brasileño, que llegó desde atrás para conectarla de primeras con el exterior.
Era el sexto tanto de Lázaro Vinicius, el quinto en los últimos cuatro partidos, pero sus primeros de la temporada delante de la hinchada rojiblanca. En 58 minutos anotó los mismos que en todo lo que iba de curso. El 3-0 mató definitivamente el encuentro a pesar de que Aguirre probó agitar a los suyos con las entradas de Abdón Prats y Ángel en el frente de ataque. En el único partido que no sufrieron hasta el final, los seguidores almerienses se permitieron el lujo de hacer la ola, ovacionando al héroe de la tarde al ser sustituido, un Lázaro Vinicius que acerca al Almería, ya con 39 puntos, a la permanencia con un triplete inopinado y que deja al Real Mallorca casi sin opciones de colarse en puestos europeos.