LIGA NACIONES | SUIZA - ESPAÑA
La Suiza multiétnica
El 48% de los convocados por el turco-suizo Yakin, tiene pasaporte doble. El gobierno calcula en 25.000 euros al año la formación de cada jugador.
Hasta doce jugadores de los 25 convocados por Murat Yakin para las cuatro primeras jornadas de la Nations League tienen doble pasaporte. A saber, Mbabu, Okafor, Lotomba y Akanji tienen nacionalidad nigeriana. Ricardo Rodríguez, chilena (aunque su padre es español); Sow es senegalés y Xherdan Shaqiri, kosovar. Hay más. Vargas es dominicano; Seferovic, bosnio; Embolo, camerunés. Finalmente, Cömert es turco y Gavranovic, croata. Sin duda, es un reflejo de la realidad futbolística de Suiza a lo largo de su historia. El mismo Murat Yakin, su seleccionador, tiene el pasaporte turco y forma parte de una larga nómina de jugadores con origen en otros páises: Inler, Cabanas, Barnetta, Derdiyok, Behrami, Senderos, Xhaka...
Suiza, campeona del mundo Sub-20 en 2009, hace un excelente trabajo de formación. Carente de clubes grandes más allá del Basilea o estos últimos años el Young Boys, la Federación modela a los jóvenes, En un país obsesionado con monetizar todo, el cálculo del gobierno es que la formación de cada joven cuesta 25.000 euros al año. De ahí la polémica que se generó cuando Ivan Rakitic, que había llegado a jugar en la Sub-21 suiza, se decidió a jugar con Croacia en una decisión que todavía colea en el país helvético. Suiza calculó que formar a Rakitic le costó 125.000 euros. Su padre llegó a fundar un club, el NK Pajde Möhlin, a principios de los 90, cuando la familia huyó de la guerra. Esta fuga de talento, como la de Mladen Petric, levantó mucha polvareda en Suiza.
A la lista de pasaporte doble en Suiza se podría añadir la del congoleño Denis Zakaria, flamante fichaje de los Juventus en el pasado mercado de invierno, que se quedó fuera de la lista por lesión. Conocido el talento de los veteranos (Ricardo Rodríguez, Shaqiri), y del ya consolidado Embolo, que fue capaz de reponerse a dos gravísimas lesiones, la nueva esperanza responde al nombre de Noah Okafor, delantero de 22 años del Salzburgo que ya marcó en la República Checa. La otra gran esperanza se llama Ruben Vargas, futbolista del Augsburgo que empieza a ganarse un sitio en el once de Suiza. Seguro que el punta nacido en Adligenswil, pero de origen dominicano, guarda ciertas ganas de revancha. El año pasado, después de marcar su gol en la tanda de penaltis de los octavos de la Eurocopa ante Francia, falló ante Unai Simón. El otro día no jugó por lesión ante Portugal.