La Real sí entiende lo que es un derbi
El equipo txuri-urdin traspasa la crisis al vecino: se adelanta en tres ocasiones y solo en dos el Athletic puede levantarse de la lona.
Rajoy lo expresaría con una de sus frases antológicas: “El Real Sociedad-Athletic es un gran partido y los derbis muy derbis y mucho derbis”. Básicamente estos duelos entre vecinos, como casi todos los de este mismo perfil, destierran el juego y se dedican al debate cuerpo a cuerpo, metro a metro. Son jeroglíficos. Solo sonríen al que pone más corazón y ahora mismo la Real son once cardiólogos. Un veterano curtido en mil batallas como Guedes y un canterano que se estrenaba en estas lides con una carrera por hacer como Gorrotxategi, que se tuvo que buscar las castañas en Miranda el curso pasado, al más puro estilo Gorriz en Gijón en la época de los títulos, se estrenaron como goleadores para llevar el estadio al éxtasis. Tres veces se adelantaron en el marcador. En los dos primeros casos, el Athletic fue capaz de levantarse de la lona, igualar el marcador, pero el mazazo del 93 ya no le dejó margen. La verdad es que no estuvo cómodo en ningún instante.
El primer gol lo metieron los tres mil hinchas que recibieron el autobús de la Real dos horas, con una humareda de bengalas espesa. esa magia se trasladó luego al césped. Si Sergio Francisco necesitaba un espaldarazo, nada mejor que este empujando al eterno rival al abismo. A Valverde, molesto en la banda con algún rival, posiblemente Aramburu, al que acusaba de “gallito” en el tramo final, la vida ya no le sonríe: 5 puntos en los ocho últimos partidos, un mísero triunfo, ante el Mallorca. Llevan cinco derrotas y en todo el curso precedente de Champions se llevaron seis, solo una más. La fragilidad es desesperante, ahora mismo no están para hincar el diente en partidos tan voluminosos. Tienen que volver a clase para aprender a defender, porque no hay tensión de esa línea de retaguardia, consiente demasiado.
Volvamos a Rajoy. Los derbis vascos no se pueden definir de ninguna manera en los últimos tiempos. Se han convertido de un tiempo a esta parte en pulsos llenos de trincheras, con mucha disputa, con jugadores rascando por abajo y orfandad futbolística. Se dedican a desactivarse mutuamente con intensidad en los quites. La Real está ante un cambio de tendencia, gana con menos posesión que su rival, y el Athletic tiene el talento de sus estrellas Nico y Sancet en cuarentena, así que en la coctelera de Anoeta sólo podía salir un galimatías, un engendro. El Txingurri tiene a la tropa fundida y sorprende que solo hiciera tres cambios. Para remontar sacó del terreno a Sancet, eso da idea de cómo ve al mediapunta. Se vieron goles, los de los visitantes de lo más extraños, y también acciones incomprensibles, como una palomita de Simón, el demostrable mejor portero de España, que dejó un balón muerto a Kubo, para que este centrase y anotase el posible 3-1 Zakharyan. Pero se detectó un fuera de juego previo del japonés. Se lesionaron Barrenetxea y su recambio, el ruso.
El que escapó de esa mediocridad fue un jugador al que todos añoran. Decía Sergio Gómez, un futbolista badalonés emigrante por Alemania, Bélgica e Inglaterra, que los que no son vascos también sienten los derbis Real Sociedad-Athletic en piel propia. Guedes debía de estar en esa onda, porque quiso recuperar aquella estampa de jugador superlativo que se vio por Mestalla cuando la gente de Valencia disfrutaba cada fin de semana sin estos padecimientos. Dos minutos después de abrirse las hostilidades en la segunda parte, le metió un pase Brais Méndez desde la banda izquierda e hizo un pase que era más de medio gol, tres cuartas partes. Dejó en el molde a Laporte, un tipo bronceado por mil batallas, con un currículo esplendoroso que se quedó con la cara de Alkorta tras aquella cola de vaca de Romario. Estaba frío, le faltaba el punto de fogosidad necesario. Un gol para enamorar. Adelantó a la Real tras los primeros tantos de Brais y Guruzeta. No marcaba desde el 22 de diciembre de 2024, con el Wolverhampton en Leicester, y en España no lo hacía desde el 5 de mayo de 2024, en las filas del Villarreal.
Simón parecía la diana de la estrategia de Sergio Francisco. El meta internacional se mete en ocasiones en jardines inadecuados y en una ocasión en la que la Real lanzó la presión alta, dudó, se tropezó y casi se come un gol de bochorno. En otra oportunidad, cerca del banderín de córner, fue Brais Méndez con todo y el colegiado castigó a éste con falta. Valverde anunció en la previa que estos asuntos tan cerrados se suelen resolver por las segundas jugadas y por la intensidad, ahí hubo un ganador claro: la Real. Lo que no adivinaba es que pudiera tener una participación importante un cojo.
Barrenetxea sufrió una contusión en el muslo derecho y se fue a la banda a ser atendido y probarse. Es un tipo racial, irreductible, y se lleva muy mal con las lesiones musculares. Se veía con fuerzas para regresar al terreno de juego e incomprensiblemente el colegiado le permitió la entrada cuando la Real montaba un ataque justo por la zona en la que accedió al verde el extremo. Le tiraron un pase y, renqueante, a saltos con la pierna buena, pudo dar la asistencia de tal manera que rozó en el área con la rodilla Oyarzabal. El que no falló fue Brais, tras un primer disparo y rechazo de Simón: su primer gol después de siete derbis. El de Mos, uno de los señalados por la crisis, se sacó los fantasmas de encima.
Barrene acabó yéndose a vestuarios. Entró Zakharyan, un futbolista que se mueve más por dentro, así que el modelo de equipo mudaba. Los leones empezaron bien, pero la Real tomó las riendas mediado el primer tiempo, dejando claro quién se jugaba más. En la tropa de Valverde faltaba desborde, claridad, eso que sobraba el año pasado. Las imprecisiones siguen limitando su peligrosidad. Y eso que empataron con dos goles atropellados, a saque de falta, primero con Guruzeta, tras saque rápido de falta de Galarreta para sorprender e internada de Gorosabel, este en caída pudo pasar al nueve para remachar a la red. Dos guipuzcoanos al aparato ante el club de su tierra.
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El 2-2 llegó con saque a balón parado de Berenguer, Yuri cabeceando a la olla, peinada de Vivian, toque de Rego en el segundo palo y Navarro anotando a su ex. Mil intervenciones para fabricar un tanto. La Real supo defenderse entre la agonía. El derbi, tan caliente que acabó con bronca tras encender la chispa Sancet y Aramburu, puede ser un punto de inflexión. Primera vez que la Real gana un derbi con gol decisivo en tiempo añadido, lo cual añade un componente aún más emocional. Puerta grande para Gorrotxa. El año pasado no hizo ni un gol el equipo guipuzcoano al vecino en los dos enfrentamientos y este ya abre la cuenta con tres. Tres victorias seguidas después de empezar la temporada con una, tres empates y cinco derrotas. La víspera del día de difuntos tuvo el preámbulo de la noche de un difunto, el Athletic. Y un resucitado, la Real.
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- 1 Remiro
- 5 Zubeldia
- 17 Sergio Gómez
- 2 Jon Aramburu
- 31 Jon Martín
- 11 Gonçalo Guedes (62')
- 7 Barrenetxea (40')
- 18 Carlos Soler (81')
- 4 Jon Gorrotxategi
- 23 Brais (62')
- 10 Oyarzabal
- Banquillo
- 3 Aihen Muñoz (81')
- 8 Beñat Turrientes
- 15 Sadiq
- 14 Take Kubo (62')
- 6 Elustondo
- 20 Álvaro Odriozola
- 22 Mikel Goti (81')
- 13 Unai Marrero
- 16 Caleta-Car
- 28 Pablo Marín (62')
- 21 Arsen Zakharyan (81')
- 24 Luka Sucic
- 1 Unai Simón -
- 2 Gorosabel (82')
- 3 Daniel Vivian
- 17 Yuri
- 14 Laporte -
- 18 Mikel Jauregizar
- 8 O. Sancet (52') -
- 16 Ruiz de Galarreta (67')
- 23 Robert Navarro
- 7 Berenguer
- 11 Guruzeta
- Banquillo
- 6 Vesga
- 10 Nico Williams (52')
- 27 Álex Padilla
- 20 Unai Gómez
- 19 Adama Boiro
- 12 Jesús Areso (82')
- 30 Alejandro Rego (67')
- 44 Selton Sánchez
- 4 Aitor Paredes
- 25 Urko Izeta
- 22 Nico Serrano
Cambios
Arsen Zakharyan (40', Ander Barrenetxea), Nico Williams (52', Oihan Sancet), Pablo Marín (62', Brais Méndez), Takefusa Kubo (62', Gonçalo Guedes), Alejandro Rego (67', Íñigo Ruíz de Galarreta), Mikel Goti (81', Carlos Soler), Aihen Muñoz (81', Arsen Zakharyan), Jesús Areso (82', Andoni Gorosabel)
Goles
1-0, 37': Brais, 1-1, 41': Guruzeta, 2-1, 46': Gonçalo Guedes, 2-2, 78': Robert Navarro, 3-2, 91': Jon Gorrotxategi
Tarjetas
Arbitro: José Luis Munuera Montero
Arbitro VAR: Pablo González Fuertes, Alejandro José Hernández Hernández
Ruiz de Galarreta (64',Amarilla), Jon Gorrotxategi (76',Amarilla), Yuri (95',Amarilla), O. Sancet (98',Amarilla), Jon Aramburu (98',Amarilla)
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