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SUPERLIGA

Superliga y UEFA, pendientes del primer paso de la UE

El abogado general, el griego Athanasios Rantos, publica este jueves su dictamen no vinculante. La decisión firme del TJUE, en primavera.

Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA.
DANIEL ROLANDAFP

La Superliga y la UEFA están pendientes del informe jurídico que emitirá este jueves el abogado general Athanasios Rantos, quien también debe pronunciarse sobre el recurso de apelación sobre la decisión del Tribunal General de la Unión Europea que en su momento confirmó que las normas de la Unión Internacional de Patinaje (UIP) que prevén sanciones severas contra los deportistas que participen en pruebas de patinaje de velocidad no reconocidas por ella son contrarias a las normas de la UE en materia de competencia.

El informe jurídico de Rantos, en todo caso, no será vinculante y habrá que esperar hasta la próxima primavera para conocer la sentencia firme, contra la que no cabe recurso, de la Gran Sala del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), un órgano compuesto por 15 jueces entre los que hay reputados expertos en materia de competencia. Son ellos los que tendrán que decidir sobre las seis cuestiones que planteó el magistrado español Ruiz de Lara, que pueden resumirse en dos: ¿goza la UEFA de un monopolio legítimo en el fútbol europeo? Y la segunda: ¿tienen los clubes prohibido formar competiciones europeas, como lo hacen a nivel nacional, sin permiso de la UEFA?

De la vista en las que las partes litigantes expusieron sus argumentos se desprenden dos conclusiones, una por bando. La UEFA se agarra al artículo 165 del Tratado de la Unión que establece que Europa velará por el deporte y la educación, y entiende que su propia especificidad legitima a UEFA para ser su único regulador y operador en Europa. La Superliga apela a los artículos 101 y 102 del mismo Tratado, que regulan el principio fundamental de libre competencia en la Unión Europea, y que el artículo 165 no excluye a favor de la UEFA que puedan existir organizadores alternativos de competiciones, tal y como es el caso de otros deportes, como el baloncesto.

La UEFA, una asociación privada que tiene su sede en Suiza - por lo tanto fuera de la UE-, está compuesta por 55 federaciones de las cuales más de la mitad, 28, no pertenecen a la Unión Europea. La Superliga fue anunciada por 12 clubes. De ese carro tiran el Real Madrid, el Barcelona y la Juventus, tres de los clubes de más tradición en las competiciones europeas que buscan un nuevo formato de competición y una gobernanza no controlada por la UEFA, sino por los propios clubes que participen en la competición que, según anuncia el CEO de la promotora, el alemán Bernd Reichart, será abierta y meritocrática.

La UEFA, dirigida con mano de hierro por su presidente, el esloveno Aleksander Ceferin, y su secretario general, el griego Theodoro Theodoridis, lidera con el apoyo del presidente de la ECA, el qatarí Nasser Al Khelaïfi, la oposición a la Superliga, en un proceso que dirimirá el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Todo ello en un momento especialmente convulso para las instituciones de la Unión Europea, que se jugará su ya maltrecho prestigio tras los últimos episodios de soborno en el Parlamento europeo. El próximo paso de este proceso judicial, que no definitivo, llegará en 24 horas con el informe jurídico de Athanasios Rantos.