El culebrón Osimhen-Lukaku, al rojo vivo

“Hay situaciones objetivas que debemos resolver y el club lo sabe”. Antonio Conte, como siempre, habló claro tras la sufridísima clasificación a los dieciseisavos de Copa italiana el sábado contra el Modena, equipo de Serie B. Su Nápoles solo logró ganar en los penaltis y mostró, muy evidente, el cansancio por su dura preparación y una gran falta de ideas ofensivas, sector del campo donde el técnico tiene su problema más importante: el delantero centro titular.

Los azzurri deben resolver varios casos, con una larga lista de posibles ventas (Cajuste, Gaetano, Mario Rui, Folorunsho), la urgencia de fichar al menos dos centrocampistas (Gilmour, del Brighton, y Brescianini, del Frosinone, son los favoritos) y, el más importante, saber quién será su principal hombre de la delantera. Victor Osimhen sigue a la espera. El Nápoles quiere venderle, pero desde Arabia no llegan ofertas a la altura de sus peticiones (y el nigeriano, de todos modos, no las aceptaría) y en la Premier de momento no quieren invertir lo que pide De Laurentiis. Queda el PSG, que valora al ex del Lille para completar la delantera tras el adiós de Mbappé, pero la negociación no despega.

Los franceses hicieron saber que, sin la venta de Kolo Muani, no pueden ofrecer los 80-90 millones que exigen los napolitanos para el capocannoniere de su scudetto. Y, ante ese bloqueo, Osimhen pasó el verano sin participar en los amistosos y también fuera de la convocatoria por el encuentro del sábado, el primer partido oficial del curso.

Ante el Verona, en la primera jornada de Serie A, Conte tendrá que volver a salir de inicio con Raspadori, pero le ha pedido al Nápoles acelerar y el club quiere contentarle con la llegada de Romelu Lukaku. Los azzurri están negociando para cerrar la llegada del belga antes de la venta de Osimhen, proponiendo al Chelsea también la fórmula de la cesión. El ex del Inter, por su parte, ha rechazado ya otras propuestas y espera solo volver a ponerse a disposición de Conte, el técnico que supo sacar la mejor versión de su carrera. Los ingleses, que ya tienen el enorme problema de una plantilla que supera los 40 elementos, se liberarían al menos del punta, fuera de su proyecto y con las ideas muy claras sobre su próximo destino. Con la ruptura de la operación Omorodion, además, los Blues reabieron los contactos para Osimhen, perfil que ya estuvo en su lista al principio del mercado.

De esta manera, el Nápoles le entregaría a Conte el fichaje que quiso desde el primer día, con la esperanza que, en los últimos días de esta sesión, aparezca una oferta para el nigeriano desde Londres o París. Un riesgo que De Laurentiis está dispuesto a correr.

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