Cannavaro hizo el milagro
El exmadridista aceptó la arriesgada apuesta de tomar las riendas de un Udinese desesperado y logró evitar en cinco jornadas su primer descenso en 30 años.
“Nos daban por muertos, pero lo hemos conseguido”. El discurso de Fabio Cannavaro en el vestuario del Udinese tiene una gran dosis de verdad. Cuando, el pasado 22 de abril, se hizo oficial la llegada del exmadridista en lugar del despedido Gabriele Cioffi, muchos pensaron en una apuesta muy arriesgada. Los friulani marchaban en los puestos de descenso y sumaban un solo punto en las anteriores cuatro jornadas. El peligro era poner la firma sobre el primer descenso de la entidad en 30 años, y el italiano solo tenía cinco jornadas, más los 20 minutos que faltaban por recuperar ante la Roma (por el caso Ndicka) para evitarlo.
Los resultados hablaron clarísimo. El Udinese solo perdió ante los giallorossi (encajando el 1-2 en el último minuto), empataron con Bolonia, Nápoles y Empoli y ganaron los enfrentamientos directos contra Lecce y Frosinone. El partido con los ciociari de ayer fue una verdadera final a domicilio, ganada con un gol de Davis y terminada con la fiesta bianconera.
Cannavaro, que trabajó con su hermano Paolo y con Francesco Troise, salvó al Udinese y ahora su carrera como técnico puede vivir un viraje. Tras las aventuras en Dubai, Arabia Saudí y China, el napolitano solo había trabajado en Italia durante un breve periplo con el Benevento en la Serie B. Los sureños estaban en una situación complicada, le despidieron y acabaron descendiendo. Aceptar la propuesta del Udinese conllevaba peligro, pero la valentía tuvo premio.
”No creo que le deba demostrar nada a nadie”, dijo Cannavaro tras la victoria. “Llevo girando el mundo en los banquillos desde hace una década y la experiencia negativa de Benevento o una positiva como esta no pueden cambiar lo que valgo. Desde que empecé con el fútbol, siempre trabajé el triple para conseguir los objetivos y lo seguiré haciendo”.
Su contrato expira el 30 de junio y el Udinese, encantado con su trabajo, está valorando la nueva propuesta. El ex defensa ha conquistado a los jugadores con su carácter y ayer, durante la fiesta, regaló una de las imágenes más emotivas del año. Junto con su hermano Paolo, mientras sus futbolistas celebraban, abrazó cariñosamente a Di Francesco, que se despedía entre lágrimas de la Serie A tras un curso que parecía positivo y tuvo un final terrible. El señorío de Fabio no es una novedad y se confirmó una vez más, ahora le queda seguir demostrándolo en su primera temporada desde el principio al mando de un club de Serie A. La continuidad se la ganó en el verde.
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