Guruzeta acuesta al Athletic en la Champions con un doblete
Los leones le cogen gusto al 2-0 ante el Alavés: tercer partido este año con ese resultado. Simón paró un penalti a Rioja en el principio del fin vitoriano.
En el minuto 87, las 48.257 gargantas que poblaban San Mamés lanzaron un cántico que expresa el sentimiento de todo un pueblo: ‘¡A Sevilla, oé, a Sevilla, oé!’. La Copa no deja de estar presente en cada pisada que da el Athletic. Este le ha cogido gusto al 2-0 ante el Alavés. Tres raciones de derbi ante el vecino del sur, dos en Liga y otra en Copa, y el mismo resultado. Esta vez para dormir en Champions. Con un portero que ataja y un delantero que hace de todo. El fútbol es eficacia. A fuerza de repetirlo, muchos conviven con ello como un ingrediente más en los partidos. Lo llevan grapado al campo. Día tras día se comprueba, cada vez que dos equipos se ponen cara a cara a dilucidar un ganador en cualquier pulso sobre el césped. El Athletic metió las que tuvo; su rival, no.
Va otro topicazo: este juego se decanta muchas veces por los estados de ánimo. Un minuto decidió el ganador del Athletic-Alavés, un derbi que tuvo solo color rojo y blanco. Es el período que va desde una gran parada de Simón en el 31′, en un penalti lanzado por Rioja, y la acción inmediatamente posterior, en la que Unai Gómez lanzó el enésimo pase a la espalda de la defensa albiazul. Nico Williams apuró la línea de fondo, de nuevo supervisado por Gorosabel y Abqar. Durante toda la tarde tuvo encima el aliento de dos sombras. Y sacó un pase agónico con muy poco espacio, que remató el de siempre, Guruzeta, ante un Marín despistado. En este juego, el que perdona, lo paga. Y el Glorioso, destrozado anímicamente, siguió ampliando la factura. Porque luego se encontró un nuevo mazazo del 12. Este rozó el ‘hat-trick’ en la segunda parte. El Athletic lleva subido a una ola de la euforia durante semanas, ese rizo le ha impulsado a dormir en la cuarta posición y espera que le haga surfear por La Cartuja en la final de Copa el 6 de abril.
La Catedral sigue bajo influjos extraños. Lleva tres jornadas seguidas registrando problemas de salud en la platea. Se atendió a un seguidor del Fondo Sur al que le dieron un balonazo en el calentamiento del Alavés. Luego, en la zona visitante también se sintió indispuesto otro asistente. Y tras comenzar el segundo tiempo, un nuevo problema, aparentemente leve. Sustos que quebraron el estado de entusiasmo absoluto de un estadio que no sale de la nube.
García Plaza decidió cambiar de sitio a sus extremos, Rioja por la derecha, para ayudar a Gorosabel en los dos contra uno en defensa sobre Nico, y Carlos Vicente, por la izquierda. Los leones no andaban cómodos. De hecho, el Alavés arrancó bien plantado en el terreno de juego, saliendo a la contra. En una de ellas, no pudo rematar con precisión Samu, y en otra, Guridi se encontró con Simón en un cabezazo a bocajarro. No aprovechó los pocos momentos propicios que tuvo, como en los otros dos derbis anteriores, y se fue rodando por la cuneta. El equipo de Valverde empezó con desmarques en ruptura. Guruzeta salía del pasillo del nueve para prestar ayuda por otros sectores y por ahí rompía Iñaki.
Un penalti de Nico a Gorosabel, un jugador motivadísimo tras apalabrar su fichaje por el Athletic para la temporada próxima, abrió el punto de inflexión en el derbi. La gente casi ni reparó en el lateral, que aprobó su examen ante su futura afición, porque cuando se fue sustituido apenas recibió aplausos. Rioja, que había anotado las tres penas máximas este año, lanzó a la izquierda de Simón, que asusta sólo con verlo. Don Simón ante un Rioja, chiste vinícola fácil. El meta internacional adivinó el disparo y lo detuvo. Era el principio del fin para la tropa de García Plaza. Luego se sacó la espina de ese error el pequeño de los Williams, se redimió, con el pase de la muerte a Guruzeta. Lo de este hombre empieza a ser cosa seria. 15 goles, 13 en Liga, 10 con el pie y tres con la cabeza. Tiene un timing perfecto para esperar el pase, habitualmente desde la izquierda de Nico o Berenguer, y encontrar el hueco preciso al primer palo. Desde Raúl García en la 2019-20 nadie había alcanzado tal dimensión realizadora.
El Alavés tiraba la línea de atrás como si tuviera un terremoto bajo sus pies. Estaba pidiendo el descanso a gritos, porque solo veía la lona en el ring. Se fue de la escena y le cayó la del pulpo. Poco después del 1-0, en un pase desde atrás de Yeray, se adentró en el área entre los centrales Iñaki. Quiso controlarla, pero le salió un churro, un pase de fantasía para Guruzeta, que llegó por detrás para remachar. Marín simbolizó un error colectivo que ponía en muy mal lugar al Glorioso. Se revisó por posible fuera de juego, pero era una jugada cristalina. Válido.
El Alavés quería entrar en faena, pero hacía pocas cosas para merecer algo potable. Tenía cero agresividad. No acababa de dar ni medio paso al frente. Así que tuvo que menear la coctelera García Plaza. No tenía nada de elaboración por dentro y puso a Kike García con Samu para jugar directo. Pero lo que logró fue desguarnecer el centro del campo y dejar aún vía libre al anfitrión. La presión que hacían era ridícula y el Athletic apadrinó la pelota con posesiones largas para mover al rival de un lado a otro con la comodidad de un mando a distancia. Guruzeta, un currante increíble que no sólo marca, sino que defiende y se asocia, está en un momento dulce. Lo difícil lo emboca, aunque lo más sencillo le niegan la gloria. En una jugada extraña en la que falló Sivera y el punta estaba dentro de la meta, pisando la línea, intentó dar un punterazo al balón para que le hiciera compañía junto a las mallas, pero la sacó fuera. Los leones llevaban tres ocasiones y dos goles y medio, y los albiazules estaban secos con dos oportunidades. Estaban mareados, rotos absolutamente, su peor versión del año junto con la de Montilivi. El final sirvió para ver de nuevo a Muniain en la mediapunta, ese rincón que tanto se ha encarecido con los Sancet, Unai Gómez y Herrera. La Champions está ahí y el que parece rival más factible, el Girona, se sigue desinflando y se ve a solo seis puntos. Gran despedida del Athletic con la gente antes de la final de Copa. Ahora sólo queda la visita al Bernabéu.
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- 1 Unai Simón
- 18 De Marcos
- 15 Lekue
- 5 Yeray
- 3 Daniel Vivian
- 24 Benat Prados (69')
- 11 Nico Williams (76')
- 16 Ruiz de Galarreta (80')
- 30 Unai Gómez (69')
- 9 Williams
- 12 Guruzeta x2(76')
- Banquillo
- 13 Julen Agirrezabala
- 22 Raúl García (76')
- 19 Imanol Garcia
- 10 Muniain (69')
- 23 Malcom Adu
- 14 Dani García (69')
- 27 Unai Egiluz
- 7 Berenguer (76')
- 6 Vesga (80') SC
- 20 Villalibre
- 8 O. Sancet
- 1 Sivera
- 5 Abdel Abqar
- 16 Rafa Marín
- 2 Gorosabel (76')
- 27 Javi López
- 8 Antonio Blanco
- 22 Carlos Vicente
- 11 Luis Rioja (57')
- 6 Ander Guevara (69')
- 18 Guridi (57')
- 32 Samu Omorodion (68')
- Banquillo
- 7 Alex Sola
- 14 Nahuel Tenaglia (76')
- 20 Giuliano Simeone (68')
- 23 Carlos Benavídez (69')
- 31 Owono
- 3 Rubén Duarte
- 15 Kike García (57')
- 21 Abde Rebbach
- 29 Joaquín Panichelli
- 17 Xeber Alkain
- 10 Ianis Hagi (57')
Cambios
Kike García (57', Jon Guridi), Ianis Hagi (57', Luis Rioja), Giuliano Simeone (68', Samu Omorodion), Dani García (69', Beñat Prados), Iker Muniain (69', Unai Gómez), Carlos Benavídez (69', Ander Guevara), Nahuel Tenaglia (76', Andoni Gorosabel), Raúl García (76', Gorka Guruzeta), Alex Berenguer (76', Nico Williams), Mikel Vesga (80', Íñigo Ruíz de Galarreta)
Goles
1-0, 31': Guruzeta, 2-0, 36': Guruzeta
Tarjetas
Arbitro: Alejandro Muñiz Ruiz
Arbitro VAR: Valentín Pizarro Gómez, Abraham Pérez Dapía
Nico Williams (53',Amarilla) Carlos Benavídez (79',Amarilla) Abdel Abqar (85',Amarilla) Antonio Blanco (91',Amarilla) Raúl García (93',Amarilla)