Gattuso es feliz con Guedes y Soler

Un buen lugar para sacarse el pase en Mestalla este año es cerca del banquillo del Valencia. Por el mismo precio verá los partidos y sentirá la pasión que le pone Gattuso. El italiano no para. Es una tanqueta lanzando agua, en su caso indicaciones. En Altach, con lo Alpes de fondo y con miles de seguidores del Borussia en la grada, solo se le escuchaba a él. Si su equipo muestra en el campo el ardor que él desborda desde la banda, el Valencia habrá dado un paso. Si en lo que resta de mercado no le quitan a muchos y le traen refuerzos válidos para su estilo, veremos hasta dónde es capaz de llevar a este Valencia. De momento contra el Borussia se vio que quiere jugar a otra cosa, a una que desde luego le gusta más a los futbolistas con talento. Y en el Valencia de hoy es un don que tienen Guedes y Carlos Soler. Peter Lim no va a encontrar mejores fichajes para este Valencia que los que ya tiene Gattuso a sus órdenes.

Gattuso, es obvio, necesitará su tiempo para que los suyos asimilen el cambio, los conceptos y los automatismos. De hecho el peligro que generó el Borussia llegó las más de las veces por errores blanquinegros en la salida o desajustes en la presión. Pero ahí estuvo el palo y Mamardashvili para que los sustos no pasaran al marcador. Este Valencia propone sacar el balón desde la cueva, con Thierry y Gayà siempre hacia adelante y abriendo el campo. con permanentes intercambios de posiciones entre los centrocampistas, donde igual se ofrecía Yunus, que Soler o Guillamón, con plena libertad para entrar por aquí o allá para Guedes y Castillejo, y un nueve de referencia que por molestias de Maxi Gómez fue Marcos André.

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El Valencia pisó el área de Kobel menos veces que el Borussia la de Mamardashvili, aunque con peligro cuando lo hizo (el palo evitó otro gol de Gayà) y mayor fortuna y eficacia que los germanos. Castillejo, que tiene dentro la calidad de siempre, aunque enjaulada en los últimos tiempos, fue quien generó por banda derecha la acción que acabó con el gol de Guedes tras desviar el balón Schlotterbeck. El portugués festejaba así el primero de sus dos goles del verano, a los que la afición blanquinegra espera que sigan muchos más con su camiseta, porque el Valencia necesita dinero, sí, mucho, tanto como el talento de Guedes y Carlos Soler para que Gattuso les vuelva a llevar de paseo por Europa y no solo en pretemporada.

De ellos, del portugués y del valenciano, nació el gol de Marcos André. El brasileño solo tuvo que empujar el balón, porque la genialidad en la jugada la puso Carlos Soler, pero qué duda cabe que los delanteros viven de eso y él lo necesitaba. Ese gol volvía a poner al Valencia por delante en el marcador, porque Reus había empatado de penalti al poco de empezar la segunda mitad. Y no fue el último ni el mejor. Este honor correspondió a Guedes, que con su pierna derecha lanzó un zapatazo marca de la casa que se llevó la ovación del respetable. Ese gol, su partido en general, pone más si cabe a Guedes en el candelero del mercado, aunque también evidencia que tiene un precio y si se le malvendiera sería un delito. Y si no se fuera ni él ni Carlos Soler, mejor para Gattuso, mejor para el Valencia.

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